El mundo ha dado un giro de 180 grados con el coronavirus. Las bolsas en alta volatilidad, los precios del petróleo con caídas históricas, los comercios paralizados, trabajos desde la casa y cierre de eventos masivos, entre muchas otras cosas. Para muchos es una completa locura, pero para otros una oportunidad. Y en este grupo están los negocios que han surgido o se han materializado en esta coyuntura. Ellos han sabido aprovechar los cambios de hábitos que ha traído la cuarentena. Por ejemplo, los deliveries tipo Rappi, Merqueo o Domicilios.com han hecho su agosto pues han ayudado a los colombianos a abastecerse en la cuarentena obligatoria.

Como ellos, un sinnúmero de emprendimientos de base tecnológica se mueven en otros sectores y prestan servicios que, aunque tenían una gran proyección a futuro, con el coronavirus su potencial se hizo más claro y funcional. Aquí contamos la historia de algunos de ellos. Facilitando el trabajo remoto Las áreas de talento humano en las empresas deben cambiar, y Carlos Santana lo tiene claro. Para él, el punto clave es lograr que las personas de esta área dejen de ser tan operativas y ocupen un espacio en la creación de estrategias de la compañía.

Para Santana, el tener un proyecto en pie fue clave para mantener motivado a su equipo. Así, en 2008 lanzó Acsendo, una solución tecnológica que permite mejorar la gestión del talento humano, al ayudarles a los encargados a hacer una mejor evaluación, detectar los puntos de mayor productividad y alternativas para poder aumentarla. En poco tiempo la compañía logró conquistar mercados como México y Brasil. Actualmente tienen presencia en más de 14 países en Latinoamérica, con 350 clientes directos.

Su trabajo ha sido reconocido por varias organizaciones de emprendimiento, incluso hacen parte del grupo de empresas Endeavor. La compañía venía pasando por un buen momento, pero, como muchas otras, sintieron la llegada del coronavirus. “Al principio de la pandemia hubo un momento de shock. La primera semana nos comunicamos con clientes que nos decían no sabemos qué va a pasar. Pero la siguiente semana dijimos la vida sigue y hay que continuar trabajando”, afirma. En ese sentido empezaron a notar que las empresas optaron por el trabajo remoto para mantenerse en pie. Y que el uso de las herramientas de Acsendo aumentó. También detectaron que llevar un seguimiento a las actividades que realizan los trabajadores en sus casas era bastante difícil para las compañías. Por eso activaron un módulo que tenían internamente y ha sido todo un éxito. Por este medio, los jefes y sus trabajadores pueden reportar en tiempo real sus actividades y cuáles deben priorizar. Así mismo, lanzaron una plataforma que permite hacer feed back individual. “Hemos vendido los módulos en Colombia, Chile y Brasil. Estamos muy contentos porque gracias a ellos tuvimos un proyecto interno para desarrollar, que además nos unió. Nos mantuvo la moral”, dice Santana. Educando al trabajador La educación virtual también ha protagonizado esta emergencia. Universidades y colegios han tenido que trasladarse a lo digital para seguir formando a sus estudiantes, en un proceso que ha sido express y difícil para algunas de ellas. Y en las empresas también ha pasado lo mismo, pues la educación corporativa virtual también se ha disparado. Así lo asegura Julián Melo, CEO y cofundador de Ubits, una plataforma de entrenamiento corporativo online que ha visto un importante movimiento en su actividad durante el último mes.

El coronavirus dio un fuerte impulso a los servicios prestados por estas startups. La plataforma cuenta con el catálogo más grande de entrenamiento para empresas 100% en español, con más de 350 cursos en habilidades blandas y técnicas. “Lanzamos el producto en 2018 y lo que buscábamos era revolucionar la forma en la que las empresas capacitan a los empleados. Y así lo hicimos”, aseguró Melo. Previo a la emergencia, Ubits venía con un crecimiento cercano a 18% mes a mes. En un principio pensaron que este crecimiento se vería truncado por el coronavirus, pero la realidad resultó otra. Melo explica que con la llegada de la covid-19 tuvieron el miedo normal que afectó a todos los empresarios, pero lograron encontrar la manera de mantenerse en pie. Notaron que el número de usuarios activos diarios en la plataforma se disparó hasta 5 veces. “Las compañías tienen a gran parte de su equipo trabajando en casa y hacer capacitaciones presenciales ahora es imposible. Así que nos volvimos un jugador importante”, afirmó.

A esto también se unió la estrategia de responsabilidad social de brindar un paquete gratuito de cursos online por un mes a las compañías. Eso se ha traducido en un aumento de clientes durante la pandemia. “Esperamos que nuestra tasa de crecimiento se duplique en los próximos meses al igual que el número de usuarios. Ahora nos concentraremos en desarrollar nuevos productos digitales, con certificaciones que permitan a las empresas tener un entrenamiento más amplio, medir los resultados y cómo se traducirán estos en su productividad”, señaló Melo. El trampolín que necesitaban Numerosos supermercados, tiendas y cientos de comerciantes enfrentaron el reto de adaptar su modelo de negocio al comercio electrónico e implementar el servicio a domicilio. Muchos lo están haciendo de manera tradicional. Otros están optando por emprendimientos que tienen un camino ya recorrido en este servicio. Sin embargo, el afán por adaptarse y lograr vender algo en momentos de crisis los ha llevado a cometer errores y enfrentar dificultades perjudiciales para la imagen de su negocio.

Y para ello Rydder trajo una solución. Esta plataforma de operación logística con base tecnológica, especializada en delivery, busca ser un aliado logístico de los comercios al detal o electrónicos que necesiten llevar sus productos a las casas de los colombianos. Nació hace menos de dos años gracias a la experiencia de Pablo Arias en el mundo de la logística y de Andrés Molano en el mundo de los restaurantes y la tecnología. Arias asegura que este emprendimiento busca mejorar la operación de los aliados domiciliarios o especialistas de entrega, al optimizar rutas y distancias, reducir costos en la operación, monitorear en tiempo real la entrega y garantizar la calidad de los pedidos.

Antes de la emergencia, la empresa venía realizando una serie de pilotos con grandes marcas de restaurantes. Sin embargo, varios de sus planes se vieron truncados por el coronavirus. Aun así, en medio de la emergencia, una luz brilló para comprobar que su modelo de negocio sería un éxito. “En ese momento D1 lanzó una oportunidad para implementar el comercio en línea y el servicio de domicilio en tiempo récord. Para ello hicieron un mapeo de las plataformas que estaban prestando el servicio y aunque en un inicio no quedamos seleccionados, después nos volvieron a llamar y ahora estamos trabajando con ellos”, comenta Arias. La alianza tuvo un primer piloto en Chía y ahora espera comenzar a operar con la cadena en otras ciudades del país. Así mismo, Rydders permitió que la cadena contara con su propio e-commerce y su propia operación logística. “Fue una carrera titánica, una operación logística que toma dos meses para ponerla en pie, la montamos en ocho días con grandes resultados. Sin duda, este fue un gran trampolín que de alguna manera nos visibilizó y que demuestra que brindar estas oportunidades realmente puede funcionar”, dice el cofundador. Inteligencia artificial, a toda marcha Paula Villamarín tiene 25 años, es diseñadora de producto de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y desde hace tiempo ha venido desarrollando herramientas basadas en inteligencia artificial.

LinkedAI trabaja en proyectos que prometen digitalizar y automatizar las tiendas físicas. Luego de trabajar varios años en proyectos de robótica y machine learning, junto con su socio Diego Parra encontraron una oportunidad de negocio. “Vimos que la empresa en la que trabajábamos debía contar con una gran cantidad de datos para entrenar el modelo de inteligencia artificial que necesitaba el robot para reconocer objetos. Es un proceso bastante complejo, que requiere tiempo”, explica.

Así, hace dos años, decidieron crear LinkedAI, una empresa que ayuda a procesar y etiquetar datos de imágenes y videos para llevar a cabo modelos de machine learning. El emprendimiento ha desarrollado proyectos con grandes empresas de Estados Unidos y Colombia para detectar productos y procesos a través de esta tecnología. Por ejemplo, han trabajado con Kiwibot, la empresa que puso en marcha los robots de domicilios para Rappi en Medellín y diseñan soluciones para industrias del retail similares a las implementadas en las tiendas Amazon Go. “Tenemos un enfoque muy grande en el retail en tiendas en las que no tienes que interactuar con nadie, revisa automáticamente estanterías y hacen seguimiento del inventario de manera automatizada”, afirmó. Y con la emergencia por el coronavirus, sus servicios parecen estar más adaptados a lo que será la era postcovid-19. Villamarín asegura que han logrado desarrollar un sistema que permitirá hacer seguimiento al distanciamiento social. “La herramienta detecta en tiempo real la distancia entre personas y así evitar rápidamente las aglomeraciones. Con cámaras de monitoreo en el entorno de trabajo, podemos saber qué empleados están cumpliendo con la distancia mínima, quiénes están a punto de incumplirla y quiénes definitivamente no la están acatando”, explicó. Aunque ya es funcional, no han implementado el modelo pero están en contacto con varias empresas para hacer el piloto. Villamarín asegura que hoteles, fábricas, bancos y centros comerciales ya han mostrado interés por el sistema. Así mismo, esperan que sea una gran herramienta para evitar las aglomeraciones en el transporte público una vez empiece la reactivación económica en el país.