La iniciativa  es liderada por el profesor Henry Herrera Daza, un graduado en electrónica que desde el 2012 profesa en la región la importancia de recuperar varios de los componentes de los dispositivos electrónicos, dado el impacto que puede tener su mala disposición para la salud pública y el medio ambiente.En las aulas del colegio Manuel Rosado Iguarán, en cuyas paredes cuelgan los afiches de los padres de la ciencia como Isaac Newton y de las leyes como  Benjamín Franklin, el docente conjuga la tradición y el ingenio para darle vida a lo que se creía muerto. Su proyecto incluso ha sido destacado por el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), el cual ha señalado que este emprendimiento no solo transforma la basura electrónica a través de la bisutería sino que también genera empleo y nuevas oportunidades de vida.Lea también: Estas fueron las ‘apps’ móviles colombianas más exitosas del 2016

Foto: Colombia.innY es que en un comienzo el grupo de artesanos se conformaba de tan solo 16 estudiantes del grado noveno del colegio Manuel Rosado Iguarán y en la actualidad ya participan más 360 jóvenes los que se han involucrado con esta iniciativa. En Maicao, epicentro comercial del norte de Colombia y paso fronterizo con Venezuela, este grupo de artesanos recupera la tradición cultural de la región con los residuos de los computadores que son arrojados como basura por la misma comunidad.Lea también: ¿Qué puede aprender Colombia de la experiencia alemana en materia de ciencia y tecnología?Es así que del proceso de reciclar carcazas, circuitos, unidades de discos compactos, teclados, pantallas, y discos duros, surgen collares, pulseras, mochilas, llaveros, cadenas, bolsos, billeteras, cosmetiqueras y un sinnúmero de piezas más con formas de animales.“Es un proyecto que trabajamos coordinadamente con las áreas de química, contabilidad-emprendimiento y artística, gracias al diplomado impartido por el MinTIC a través de Computadores para Educar”, comenta el profesor.Henry Herrera Daza, quien es el encargado de dictar la clase de química, es consciente de que la problemática frente a la mala disposición de los residuos electrónicos podría resolverse con educación.Por esta razón en ciertos momentos dejan a un lado los instrumentos de bisutería y pasa al tablero para advertir que los residuos electrónicos tienen componentes peligrosos como el mercurio que está presente en las pantallas de los equipos.La lección no acaba allí, ya que a su lado también hay un grupo de maestros del área de contabilidad y emprendimiento que motivan a los jóvenes a perseguir sus sueños y sobre todo tener una visión empresarial con un enfoque sostenible.Lea también: Elena Stashenko, la ‘profe’ rusa que educa al futuro de la ciencia en ColombiaEl área artística también es fundamental, es por ello que también existe una unidad que está comprometida con el perfeccionamiento de los accesorios de bisutería que elaboran los estudiantes en los llamados “Talleres Creativos“.El proyecto ha tomado fuerza y ha sido bien acogido en la región, muestra de ello es que empresas privadas e incluso otras instituciones educativas contribuyen con el joven equipo de artesanos al donarles algunos equipos que ya no usan y están en estado de deterioro.Por ahora, estas piezas se comercializan únicamente en ferias empresariales organizadas por la asociación de artesanos del municipio de Maicao, sin embargo, el mayor propósito de quienes están detrás de este proyecto es que el emprendimiento se convierta en una gran empresa y logre escalar en el mercado.Es preciso señalar que cada año se producen unas 150 millones de toneladas de productos tecnológicos en el mundo, sin embargo, el 30% de ellas se desechan debido a la velocidad con la que los fabricantes están desarrollando nuevos y más modernos artefactos. El volumen de desechos electrónicos en Colombia alcanza las 130.000 toneladas por año (2,7 kilogramos por persona), siendo los computadores, teléfonos celulares, neveras, lavadoras, televisores, equipos de audio, bombillas, pilas, entre otros, los de mayor participación en el acumulado. Lea también: Sistema ‘made in’ Barranquilla detecta distracción y cansancio de conductores