Explicar un problema, la solución y el potencial de una idea no es sencillo. Por eso, los emprendedores que lo logran, cumplen su objetivo: hacer de esa idea una realidad.  A eso se suman otros factores como la habilidad de crear capacidades instaladas y la claridad para saber hacia dónde dirigir un sueño y cómo bajarlo a la tierra hasta que se vuelva algo concreto, una empresa. Hay, también, factores importantes que le permiten a los emprendedores tener éxito como los diferentes proyectos y estímulos que buscan unir emprendedores con personas con la experiencia para aconsejarlos y guiarlos. Detonante es una de estas iniciativas. Nació en el año 2015 con una propuesta audaz: cambiar la narrativa del país. Como respuesta a la polarización y la indiferencia, Detonante surge inicialmente como un festival de tres días en Quibdó, uno de los lugares más diversos y olvidados de Colombia, que buscaba unir emprendimiento, impacto en el territorio y música para traer nuevas oportunidades y transformar la ciudad. Visite: Dos emprendimientos colombianos entrarán a la aceleradora de Google  Cinco años después se han realizado cinco versiones nuevas y Detonante, más que un festival, pasó a ser una plataforma que impulsa grandes proyectos de impacto y que busca potenciar la innovación, el crecimiento económico y el desarrollo de comunidades sostenibles a través de proyectos, charlas y talleres que tienen un mensaje: el cambio es posible.   Como parte esencial de esta apuesta se creó la Mesa Detonadora, un espacio que permite que los emprendedores visibilicen y consoliden sus proyectos gracias a alianzas estratégicas y posibilidades de financiación. La primera versión se hizo en 2018, en el marco de una alianza con actores como: la Alcaldía y varias de sus secretarias como Idartes, Desarrollo Económico, Integración Social, la Cámara de Comercio de Bogotá y el Sena.

Miguel Páez de Escappy La metodología de esta Mesa es sencilla: los microempresarios dan a conocer ante un jurado sus ideas de negocio y estos los orientan y los ayudan a evolucionar. En 2020, más específicamente el 4 de marzo, se hizo la segunda Mesa en Concepta Colsubsidio que tuvo como diferencial que se dieron simultáneamente dos Mesas: una con los emprendedores de Bogotá y otra con los de Quibdó. Al final del día se entregaron premios por $100 millones en recursos para emprendedores por parte de Brisa, el BID LAB y la Fundación Santo Domingo. Cada participante tenía cinco minutos para presentar sus emprendimientos, y luego otros siete minutos para responder preguntas del jurado que los evaluaba del 1 al 10 según tres criterios: el impacto de la propuesta en términos ambientales, sociales o creativos, el nivel e innovación y el conocimiento del mercado. Al final de la jornada Brisa premió dos emprendimientos, uno por cada Mesa, según su puntaje. Los dos que obtuvieron el puntaje más alto ganaron una bolsa de recursos por $15.000.000 cada uno.  Para la mesa de Quibdó se inscribieron 108 emprendedores y se escogieron 16 para ser parte de diferentes procesos de fortalecimiento que Detonante lleva desarrollando en Quibdó desde hace seis años. Se trabajó con emprendedores que hacen parte del programa de emprendimiento del IdeasLab que se hizo en Quibdó 2018.  La Mesa de Bogotá, por su parte, tuvo 242 inscritos y se escogieron 14 emprendedores, lo que dio un total de 30 que presentaron sus ideas al jurado. 

Laura González de Viewy Todos tenían que responder preguntas sobre su caracterización, su planteamiento del problema e impacto; sus estados financieros; el mercado que habían identificado; su tamaño y potencial y su articulación con el entorno.  Ana Barragán, una de las emprendedoras escogidas para participar, explica que “el trabajo con Detonante ha sido emociónate porque significa asumir el reto de exponer el proyecto y relacionarnos con otros emprendimientos”. Agrega que iniciativas como esta son fundamentales porque “el crecimiento de las empresas se logra trabajando de forma holística y muchos emprendimientos que fracasan, lo hacen por falta de relacionamiento”.

Ana Barragán Design Ana creó su empresa, Ana Barragán Design, que se dedica al diseño de máscaras, en 2016 y con ella logró varios objetivos aparte de vender como fomentar la expresión personal, y apoyar a mujeres mayores de 60 años que no solo tienen una fuente del ingreso al confeccionar sus productos, sino que preservan sus saberes manuales. Ahora, en medio de la crisis por la pandemia, se dedica a trabajar para crear contenidos como talleres virtuales para que las personas puedan desarrollar su imaginación y creatividad en casa. Carlos Julio Rojas, otro de los emprendedores que hicieron parte de la Mesa, creó Viewy una empresa que se dedica a transformar la manera en la que nos comunicamos y aprendemos por medio de las realidades inversivas como la realidad virtual y la realidad aumentada. Rojas sueña con convertir a Colombia un referente tecnológico y durante la pandemia diseñó junto con su equipo Viewy Care, una aplicación de realidad virtual para enseñar el lavado de manos correcto.  Con su emprendimiento le presta servicios a empresas grandes y multinacionales de todos los sectores en capacitación o marketing digital. Estas son dos muestras claras sobre cómo las Mesas cuentan con un proceso detallado al escoger a sus participantes y se aseguran de que sean emprendedores audaces, con metas a futuro claras. Otro ejemplo de lo anterior es Oscar Huertas, fundador de Tribu Tech. Su negocio consiste en instalar dispositivos loT que se ponen en las bicicletas o vehículos de micro movilidad y transmiten datos de desplazamiento diez veces más eficientes que un dispositivo de rastreo convencional.  Con esto mejora la seguridad de los ciclistas y reduce el robo de bicicletas. Para él, su meta es que “Colombia sea líder en el desarrollo de soluciones tecnológicas de bajo costo”. Todos estos emprendimientos, además, tienen como eje central su impacto en la sociedad y que son sostenibles económicamente en el largo plazo.

Diana López y Paola Suárez de Kalunga Como bien lo explican Diana López y Paola Suárez de Kalunga, empresa de diseño, producción y comercialización de prendas reflectivas para ciclistas, su meta es “incentivar a los ciclistas para que utilicen prendas que garanticen su seguridad y el uso de la bicicleta como medio de transporte, pero también incrementar nuestras ventas constantemente y fortalecer nuestra presencia en redes”. Al igual que otros emprendimientos de la Mesa, Kalunga entiende la importancia de una campaña de difusión y comunicación clara para lograr sus objetivos. Recomendado: Torre, la plataforma colombiana para encontrar empleos remotos  Finalmente, Miguel Paéz de Escappy, emprendimiento que gestiona viajes sorpresa o viajes personalizados según los datos y deseos de sus clientes, afirma que, a pesar de ser una empresa que hace parte del sector turismo, uno de los más golpeados por la crisis económica que se generó a causa del COVID-19, “ he podido mantener mi nómina completa gracias a que desarrollamos una línea de turismo virtual en la que conectamos a viajeros de Colombia y del mundo con comunidades locales por medio de experiencias digitales”.  Paéz describe perfectamente la importancia de plataformas como Detonante y espacios como la Mesa Detonadora al afirmar que “enseñan cómo reinventarse y aprovechar los recursos para fortalecerse y crear aliados”.  Añade que es clave que tanto empresas privadas como públicas se unan y generen más iniciativas de este tipo con el fin de potenciar el principal motor de la economía: las pymes. Y es que tanto Detonante como las Mesas son eso: una apuesta absoluta por un cambio de pensamiento que permita, ahora más que nunca, crear espacios en los que las personas entiendan que es posible emprender, tomar una gran idea y volverla una empresa que transforme el país. Todas las noticias de emprendimiento en la sección de Dinero