Probablemente los barrios en Colombia sean de los primeros lugares en donde se logra detectar fácilmente el nacimiento de una nueva empresa. En estos espacios es común encontrar negocios pequeños, que nacen muchas veces por necesidades económicas o por el ímpetu de ser independiente, y que solo conocen quienes habitan en el sector y los familiares de estos pequeños emprendedores. Sin embargo, es una fuerza productiva a la que hay que poner más atención y ayudarla a promover para que sus negocios salgan y sean tan fructíferos como un Rappi, un 1doc3 o demás emprendimientos colombianos que han triunfado. Y precisamente esta es la tarea que está encabezando Soy Emprendator, una comunidad de emprendedores colombianos que buscan hacer visible el poder que tiene el emprendimiento para transformar un entorno y el futuro tanto de una persona como de su familia y su comunidad. 

Esta comunidad nació gracias a diez pequeños emprendedores colombianos, que después de reunirse en Cartagena hace algo más de un año, y ver la importancia de compartir sus experiencias para que otros crezcan, decidieron unirse para crear una metodología que permitiera a más emprendedores llevar su negocio a otro nivel.  “Soy Emprendator lo que busca es darles protagonismo a esos emprendedores locales, que están en los barrios o aquellos que tienen empresas con 10 o 20 empleados, y que se han sentido solos en el proceso y no han logrado llevar al máximo nivel su negocio”, contó Sebastián Dávila, uno de los fundadores de esta comunidad.  Dávila tiene una empresa de marketing, y luego de vivir un tiempo fuera del país, decidió regresar para llevar a cabo su negocio. En dicho proceso sintió la ausencia de apoyo, por lo que al reunirse con Marlon Baena - otro de los fundadores de Soy Emprendator - encontró que en la unión y en compartir las experiencias de emprendedores con más recorrido había una gran oportunidad para crecer.  Así, el primer experimento de este grupo de emprendedores se realizó en un barrio de Medellín donde a través de un video en Facebook contaron una de esas experiencias, que aunque no tuvo una gran cantidad de espectadores, sí generó un impacto positivo.  "Encontramos un canal en donde esos mismos emprendedores que se enfrentaban a un montón de problemas servían de inspiración a otros que venían detrás haciendo lo mismo. Es hacer visible lo que otro ya superó y demostrar que emprender en el país sí es posible", afirmó Dávila. Y es precisamente esta actividad la que ha caracterizado a Soy Emprendator, pues a través de estos pequeños empresarios pueden ayudar a otros a entender desde su experiencia cómo lograron vencer sus mayores obstáculos y cuál ha sido la fórmula para alcanzar el éxito. Según Marlon Baena, cofundador de la comunidad, este es el alma de Emprendator: la colaboración. “Recorremos los barrios y la gente misma nos referencia historias que nosotros analizamos y buscamos que tengan un contenido que sea de valor. Ahora, no buscamos la súper startup que inventó la última tendencia en tecnología y se tapó en plata, sino historias que le enseñen a la gente que vale la pena y que todos sufren por igual”, recalcó. 

Además de los videos, esta comunidad también realiza encuentros con emprendedores, seleccionan un tema y citan el caso de éxito para que brinde información sobre cómo crear una empresa y cada uno de los pasos que deben seguir para su crecimiento, como por ejemplo cómo lograron la primera financiación, cómo atraer a los clientes, cómo fortalecer su producto, entre otros.  Dávila y Baena aseguraron que actualmente están contando con el apoyo de varias corporaciones como lo es Interactuar, con quien están desarrollando una metodología más aterrizada para brindar mejores herramientas a los emprendedores así como en estructurar la parte legal de la comunidad.  Con su trabajo han logrado inspirar a cientos de compañías que estando en quiebra lograron levantarse y salir adelante, así como a pequeños empresarios a crecer su negocio. Cuentan con más de 4.500 personas conectadas y sus videos han alcanzado hasta 85.000 vistas, todo de manera orgánica y en menos de seis meses de formalización de la comunidad. Adicional a esto, cuentan con una red de 254 empresas, de todas las industrias, que aportan al crecimiento de este ecosistema.  “En muchos casos tocamos a personas que no sabíamos que estaban necesitando esta ayuda. Algunas incluso nos han dicho con lágrimas que gracias a nosotros cambiaron sus vidas y eso es lo que queremos seguir haciendo con los emprendedores”, mencionaron.  Un caso de éxito  Julián Sánchez es un paisa que probablemente como cualquier colombiano montó junto con su familia hace más de diez años un pequeño negocio de empanadas para tener un ingreso extra, Las Maduritas. Según cuenta, con su mamá trabajó varios años y aunque no vio el potencial que tenía esta actividad productiva, decidió lanzarse al ruedo y llevar su empresa a otro nivel. 

"Cuando Emprendator me llaman y me dicen que van a ir a grabar, le cuento a mi mamá para que haga parte del video y me dice que no quería salir. Pero cuando llegan a hacerlo resultó siendo la que más habló y terminó dando consejos de emprendimiento. Recuerdo muy bien que terminamos la grabación, y haciendo una síntesis de lo que pasó pensé que podíamos hacer algo mejor y en ese momento ellos me dijeron ‘¿bueno usted se va a quedar ahí sentado vendiendo empanadas? Tiene que salir a que lo conozcan‘", comentó.  Sánchez asegura que después de la colaboración de la comunidad y con su esfuerzo y dedicación, Las Maduritas ha logrado tener un mayor reconocimiento y salir del barrio para tocar grandes ferias y eventos, como el Circo del Sol, donde tuvo la gran oportunidad de hacer catering para el evento. "Somos un ejemplo de cómo una empresa pequeña y que tenía poco tiempo en el mercado logró llegar tan lejos", dijo. También han visto duplicar sus ventas y crecer su negocio cerca de 100%.