El hipoclorito de sodio, también conocido como cloro, decol, blanqueador o lejía, está ganando un lugar especial en los hogares colombianos, pese a su fuerte olor y a que su uso descuidado puede terminar manchando en lugar de blanquear. Por sus propiedades desinfectantes, el blanqueador pasó de ser un actor de reparto al protagonista de las compras de aseo doméstico. Como resultado, la demanda por este producto está disparada. Cifras de la consultora Raddar indican que en abril las compras de blanqueadores y detergentes subieron 56,2% frente a un año atrás, y 24% en lo corrido de 2020. Lea también: Así ha golpeado el aislamiento el consumo Estos son los cambios en las tendencias de consumo en cuarentena Cúcuta, Montería y Bogotá fueron las ciudades en donde más creció la compra de este producto. La mayor demanda también se evidencia en las cifras de Euromonitor, la multinacional de investigación de mercados que señala cómo entre 2014 y 2019 el consumo de blanqueadores creció a un ritmo de 5,4% anual, en un mercado que hasta el año pasado movía en el país 112,9 millones de litros, lo que equivale a $358.000 millones. Las tres mayores marcas del mercado son Blancox, producido por Brinsa, con una participación de 22,4%; le sigue Clorox con 12,3% y Yes, de JGB, con 9,4%, según Euromonitor. Kantar, otra empresa de investigación de mercados, dice que las compras impulsivas de abastecimiento que se dieron una semana antes de iniciar el aislamiento impulsaron algunas categorías como alimentos (23% más en marzo contra febrero), medicamentos de venta libre (27% más) y aseo del hogar (11%). No obstante, en ese grupo hay cinco productos que crecen por encima de esa cifra: toallas de cocina, servilletas, jabón en barra, detergentes y blanqueadores. En Nielsen explican que los productos de aseo para el hogar crecieron bastante durante la precuarentena en volumen, más no en valor, pues la mayoría de estas compras se hicieron en hipermercados, con la expectativa de comprar los tamaños más grandes para almacenarlos. Las presentaciones más vendidas fueron las de 1,5 litros, que, si bien implican desembolsos más altos, tienen un precio más bajo por litro y eso disminuyó el valor total de la categoría. En abril se desaceleró el crecimiento de las ventas de blanqueadores, pues muchos hogares aún contaban con inventarios y es previsible que, ante el mayor desempleo, numerosos compradores se vean forzados a adquirir presentaciones más económicas y en tiendas de barrio donde, además, les fían. No muy fieles A diferencia de otros productos, en blanqueadores los consumidores suelen no ser fieles a las marcas, dado que no hay un gran diferencial entre los competidores. Eso les ha abierto un gran espacio a las marcas propias, en especial de las cadenas de descuento duro. Lea también: Las razones por las cuales está en riesgo la autosuficiencia de alimentos Cuál es el imperativo de esta época de coronavirus
Carlos Polo, presidente de JGB, asegura que en el pasado el negocio de los blanqueadores era muy bueno, pero con el ingreso de las tiendas de descuento se dio una batalla de precios. "En efecto, no hay mucha diferencia entre una marca y otra, es una categoría bastante competida, pero ahora que el blanqueador se convirtió en un producto necesario, muchos consumidores regresan a las marcas tradicionales, porque saben que contienen las cantidades requeridas de hipoclorito de sodio para realmente desinfectar", comenta y dice que el exceso de demanda a veces ha retrasado el abastecimiento en supermercados, pero que, a diferencia de otros artículos asociados a la pandemia, como el alcohol, el blanqueador no se ha acabado. En su caso, incluso, han tenido que manejar las redes sociales para aclarar su política de precios, pues algunos intermediarios compraron galones que revenden a precios exagerados, pero no es una iniciativa de JGB. Álvaro Gómez, presidente de Productos Químicos Panamericanos PQP y de la junta directiva del Grupo Familia, que a su vez es socia de Brinsa, la productora de Blancox, cree que tras la mayor demanda derivada del aislamiento, lo que vendrá será una contracción del consumo por los problemas económicos que ha generado la cuarentena. Lea también: ¿Qué pasa con los precios en época de coronavirus? Superindustria lanza aplicación para que ciudadanos denuncien abusos en precios "Muchos hogares van a tener que restringir sus gastos y será peor entre más tiempo esté cerrada la economía", advierte este empresario, al tiempo que señala que no ha habido problemas en el suministro de materias primas para los productos de sus compañías, pero dada la gran demanda global, los precios de biocidas y desinfectantes están al alza. "Afortunadamente el sector de química en Colombia es grande y el mercado nacional no se va a desabastecer. Están entrando muchos proveedores nuevos y el país tiene la ventaja de contar con una industria de desinfección y limpieza desarrollada, solo México en la región es comparable con lo que se hace acá, así que esta coyuntura brinda muchas oportunidades de exportar", dice Gómez. También ve oportunidades en el lanzamiento de nuevos productos, como gel antibacterial en distintas presentaciones, productos para limpiar verduras, zapatos o ropa, pues la gente no puede seguir lavando toda la ropa con una sola postura, pero tampoco usar el mismo jean cinco días seguidos sin lavarlo. El pronóstico de Gómez es que la sociedad va a evolucionar, dado que, a mayor higiene, menos enfermedades contagiosas como la influenza o la gastroenteritis. Eso tiene implicaciones como reducción de incapacidades laborales y menor gasto en salud. Polo, por su parte, dice que en la categoría de aseo hogar su empresa ya ha vendido 50% más de lo presupuestado, al tiempo que está trabajando turnos completos para suplir la demanda de alcohol, dado que, junto con MK, son los que más venden en el país. De 600.000 litros, que vendían tradicionalmente, ya van en 850.000 y podría llegar a 2 millones de litros. Algo similar está ocurriendo con el agua oxigenada. Una muestra adicional de que el mayor gasto en desinfección llegó para quedarse.