En medio de la pandemia, gran parte de las empresas en el país han tenido que enfrentarse a crisis financieras que las han llevado a postularse ante la Superintendencia de Sociedades en un proceso de insolvencia, acogiéndose a la Ley 1160.  Así mismo, y debido a la avalancha de procesos que se han dado durante la crisis financiera, la ley ha tenido varias modificaciones, como los decretos 560, 772 y 842, con nuevos salvavidas para los empresarios colombianos. Lea también: Las insolvencias empresariales aumentarán en 2021 por la covid-19 En el programa de Al Día con Dinero, el socio fundador de la firma de abogados Cuberos Cortés Gutiérrez, Gustavo Cuberos, habló sobre estos nuevos mecanismos de insolvencia y cuáles son las ventajas que tienen los empresarios con ellos.  “Basicamente, y el cambio más importante que hay que tener en cuenta, antes de los nuevos decretos teníamos solo tres mecanismos para acogerse a un proceso de reorganización; ahora hablamos de seis más, es decir, hay nueve opciones en el repertorio normativo y cada empresa, dependiendo de su situación, puede acogerse al que mejor le parezca”, aseguró Cubreros.  En este sentido, cada compañía tiene una posibilidad de aplicar al recurso que mejor se adapte a su situación y, dependiendo de ello, tendrá que pasar por una serie de procesos que pueden tardar entre uno y tres años. “La empresa puede acogerse a la ley pura 1116, que tiene cerca de 11 pasos, o puede, si es una empresa pequeña por ejemplo, saltarse eso a través del decreto 560 y hacerlo solo en cuatro pasos”, afirmó el abogado.  Sin embargo, para Cuberos es importante hacer una salvedad antes de acogerse a la ley de insolvencia pues esta habla de dos mecanismos fundamentales: reorganización y liquidación.  “Una empresa que entra en un proceso de reorganización entiende que, si bien está en crisis, todavía tiene posibilidades de recuperarse, pagando a los acreedores y entendendiendo que su problema tiene solución. Si su empresa definitivamente no es viable, si las deudas lo superan y no vale la pena intentar invertir en algo que no tiene posibilidad, la compañía debe entrar en un proceso de liquidación”, explicó Cuberos.  Para saber si su empresa entra en un proceso de reorganización o de liquidación es ideal que, con la asesoría de un abogado y un financiero, evalúe las causas de la crisis, lo que puede hacer para superarla o si definitivamente no hay nada que pueda hacerse y entrar en el proceso de liquidación.  Otro punto importante que resalta Cuberos es que el principal motivo para la ley de insolvencia, ya sea para el mecanismo de reorganización o de liquidación, es estar en cesación de pagos. “Si ante la ley usted demuestra que está en cesación de pagos o en mora desde hace dos meses o que sus deudas representen el 10% de los pasivos actuales de la compañía, usted entra en el proceso de insolvencia”, aclaró Cuberos.  ¿Qué pasa cuando la empresa es admitida en el proceso de reorganización? Ahora bien, cuando la empresa es admitida en el proceso de reorganización, se debe empezar los pagos que deben darse en el siguiente orden: 1. Empleados, 2. impuestos 3. prendarios 4. hipotecarios 5. proveedores y quirografarios, y cada empresa hace el pago hasta donde su saldo le alcance.  “Esto aplica para personas naturales no comerciantes, personas jurídicas, sociedades con socios con responsabilidades ilimitadas, socios con responsabilidades limitadas pero no para las SAS o sociedades anónimas”, afirmó Cuberos.  En cuanto a las consecuencias que puede tener un proceso de reorganización para una empresa, Cuberos aseguró que pueden derivarse dos problemas: flujo de caja y reputación. “La crisis reputacional no es lo que digan de mí, sino de que los bancos no van a querer hacer negocios conmigo, los proveedores no van a querer ofrecer sus productos, simplemente puede que no quieran hacer negocios conmigo”, añadió el abogado. Pero las consecuencias no son necesariamente algo malo, según afirmó Cuberos. “Si usted hace bien el proceso y se recupera, los bancos van a ver que usted hizo bien las cosas, que es una empresa sana, que no está evadiendo nada y van a querer hacer más negocios con usted”, puntualizó Cuberos.  También le puede interesar: ¿Qué alternativa existe para evitar la liquidación de una empresa? Además de la ley de insolvencia, Cuberos mencionó otro mecanismo que puede funcionar antes de ir directamente a la ley: negociar directamente con los acreedores.  “Si usted tiene un buen flujo de caja, tiene para pagarles a sus empleados, a sus proveedores, pero tiene dos o tres deudas con los bancos, (así que) invítelos a un café, haga una reunión con ellos y logre una negociación; seguro será siempre más fácil que entrar en reorganizacion”, explicó Cuberos.  Para elegir el tipo de mecanismo al cual quiere aplicar, siempre será importante tener una asesoría de un experto que le pueda explicar cuál es la situación de su empresa y qué es lo que mejor le conviene.  Recomendaciones para los empresarios Para los empresarios que están pensando en entrar en un proceso de reorganización, Cuberos recomienda:  No hay que temerle al proceso y entender por qué se llegó a la mala situación y establecer sistemas de alarma.  Reconocer si el problema es estructural o si es coyuntural, y si se puede salvar o definitivamente es insalvable.  Ser autocrítico y analizar en dónde está el error. “Parar, pensar y actuar: parar en el momento de alerta, pensar qué hacer y actuar con el mejor camino”, afirmó Cuberos.  Ponerles la cara siempre a todos sus acreedores con la veracidad de la información. Buscar la asesoría adecuada para tomar el mejor camino y el más oportuno para resolver su situación.

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