Uno de los difíciles escenarios que ha generado la crisis de la covid-19 es el aislamiento permanente en sus hogares de personas mayores. A esta población, que requiere ayuda para la adopción de la tecnología, le preocupan especialmente los problemas de seguridad digital y presupuesto. Hoy las compañías de consumo, tecnología u otras industrias tienen la oportunidad de empoderar y proteger más a este grupo, a través de su comunicación, y hablarle directamente. Cualquier niño o adulto ha escuchado comentarios y preguntas de un padre mayor de 70 años: “Estoy acostumbrado a depositar cheques y sacar efectivo en el banco. No hago esas cosas electrónicamente" o “mi médico dice que debería hacer una cita digital, debido a la covid-19, ¿me puede ayudar con eso?". Ayudar a los padres mayores con la adopción de la tecnología puede ser complicado. Lea también: ¿Cómo superar el síndrome de trabajador quemado en la cuarentena? La brecha de alfabetización tecnológica impide que algunas personas de la tercera edad se mantengan al día con sus necesidades diarias básicas y tengan que exponerse al contagio. Los adultos mayores se quedan atrás y no pueden funcionar en una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología. La preocupación es real y, por ejemplo, en un reciente estudio entre adultos jóvenes de la agencia global Ketchum en Estados Unidos, el 83% cree que los adultos mayores tienen un mayor riesgo en relación con la tecnología, como caer en una estafa o no estar al día con las facturas. Aunque un 100% brinda asistencia a sus padres cuando se trata de tecnología, un tercio dice que ayudarlos es una carga, debido al tiempo que implica. Si bien la comunicación por sí sola no puede solucionar fallas de productos o servicios que no consideran las necesidades de la población que envejece, puede ser una herramienta clave para mejorar la confianza y la lealtad a la marca, tanto en adultos como en adultos mayores. Algunas de las ideas que las marcas pueden adoptar para este propósito son un programa de educación tecnológica para personas mayores, así como para niños y adultos que buscan ayudar a personas de la tercera edad; alertar a los consumidores sobre las campañas de estafa y proporcionar más información sobre cómo no convertirse en víctimas, especialmente para aquellos que no han crecido con la tecnología actual; tener en cuenta los programas de adulto mayor que comparten información a sus compañeros; actualizar los programas de servicio al cliente y capacitación para ayudar específicamente a los adultos mayores, teniendo en cuenta sus desafíos únicos y curvas de aprendizaje con tecnología más nueva, o una estrategia de comunicación específicamente para personas mayores, en los medios que consumen y con organizaciones en las que confían. A medida que la tecnología continúa interrumpiendo toda la vida del consumidor y se vuelve aún más crítica para la interacción virtual, las marcas tienen la oportunidad de considerar las necesidades únicas. *Director de Conexiones-Ketchum. También le puede interesar: ¿Cómo cuidar la salud mental de los trabajadores en la pandemia?