Esta institución, que nació hace 53 años con la vocación de dar acceso a la cultura, no ha parado de trabajar y, por el contrario, encontró en la virtualidad una buena alternativa para cumplir sus metas y aumentar sus audiencias. Esa labor hizo a la OFB merecedora del Premio Nacional de Alta Gerencia de 2020, que desde hace 20 años entrega Función Pública. La Orquesta ganó en la categoría de “la administración pública no se detiene ante la crisis covid-19”, en la que compitieron más de 500 iniciativas. Lea también: ¿Por qué Hollywood no tiene nada que mostrar? Antonio Suárez, director Sinfónico de la OFB, explica que su transformación hacia la virtualidad se dio con los músicos grabando desde casa, haciendo mezclas de hasta 250 canales. Gracias a esto, rápidamente pudieron hacer un concierto virtual de música colombiana. Luego vino la colaboración con Juanes, en la que trabajaron 250 personas; con el ‘Cholo’ Valderrama, Aterciopelados y Monsieur Periné, entre otros. “Logramos así un enorme crecimiento en audiencias. En eventos como Rock o Jazz al Parque, o incluso en la visita del Papa, llegamos a 800.000 vistas en un año y ahora fueron tres millones”, confiesa. Agrega que con esta estrategia les abrieron el camino a otros artistas que estuvieron parados en la pandemia. Paralelamente, mejoraron sus protocolos de bioseguridad y muy rápido pudieron montar agrupaciones de cámara para campañas en Bogotá, así como una ópera y conciertos con público. Aplausos de pie.