Lo que comenzó como un trabajo articulado entre cadenas televisivas como AMC y plataformas de streaming como Netflix, en cuestión de años, se convirtió en un desafío ineludible para la industria de la televisión por cable. En principio, producciones como Breaking Bad, de la cadena AMC, se apalancaron en Netflix para potenciar su alcance y catapultar su lanzamiento. Sin embargo, con el paso del tiempo, los hábitos de los consumidores cambiaron y el crecimiento acelerado del streaming se vio reflejado en un declive proporcional entre sus competidores durante los últimos años. Lea también: Rappi le apuesta a videojuegos, música y eventos en vivo “En algún momento, la gente tomará la decisión de ‘puedo obtener todo lo que quiero [en streaming]. Ya no necesito tener 180 canales, de los cuales solo veo 12’”, aseguró el exjefe de programación de DirecTV /AT&T Audience Network, Chris Long, citado por el medio norteamericano Variety. Si bien el número de hogares con televisión de pago llegó a su punto más alto en el año 2010, con un registro de 105 millones de hogares, a lo largo de la última década, la cifra se ha reducido en más de 20 millones hasta llegar a 82,9 millones. Le puede interesar: El entretenimiento es ahora digital, ¿en qué se gasta más? Un estudio de eMarketer en 2019, citado por Variety, pronostica que esa cifra seguirá reduciéndose en los próximos años hasta llegar a 72,7 millones en 2023. De hecho, Variety llevó a cabo un recuento sobre la caída del rating, que han sufrido los canales tradicionales de entretenimiento, en el que Nick evidencia un descenso de 24% entre el total de espectadores, AMC un 22%, FX un 21%, USA Network 19%, TBS 16% y TNT un 14% menos. Todo lo anterior resulta llamativo si se tiene en cuenta que, hasta finales del siglo pasado e inicios del milenio, la televisión por cable mantenía su posición de liderazgo en el sector del entretenimiento, además de que, en los primeros años de la década del 2000, algunos conglomerados invirtieron miles de millones de dólares en la industria. Lea también: El mercado de los derechos de televisión del fútbol reflexiona sobre su futuro Entre tanto, Netflix, que tiene 13 años de historia, anunció este año que durante el primer trimestre registró un crecimiento de casi 16 millones de suscriptores, un aumento acelerado en el marco de la coyuntura de confinamiento generada por la pandemia del coronavirus. Además, la plataforma reveló que triplicó sus ingresos en comparación con el año pasado y ya supera los 180 millones de suscriptores en el mundo. En el transcurso de una década, la hegemonía en este sector del entretenimiento parece transitar hacia las manos de compañías como Netflix, Amazon, Apple, entre otras. Le puede interesar: Ganancias de Netflix se dispararon 165% y nombra a nuevo CEO Las cadenas de televisión intentan encontrar nuevas formas para mantener sus ingresos y retener a los consumidores, por ejemplo, con la implementación de estrategias on-demand (pedidos por demanda), además de apostar por la creación de nuevos espacios de streaming para posicionar sus propias producciones intelectuales y marcas. Los próximos años definirán si la tendencia se mantiene o si la industria televisiva logra adaptarse al nuevo contexto planteado por las plataformas de streaming e implementar estrategias que le permitan al sector mantenerse a flote, a pesar del remesón que atraviesa actualmente.