En el comienzo de su vida profesional, el médico Germán Chamorro tuvo que atender las decenas de pacientes que llegaban a diario a las urgencias hospitalarias, en una época convulsionada de la vida nacional. Eran los años noventa y había gran agitación social y mucho trabajo para los médicos. Pero un tiempo después de graduarse de la Universidad Nueva Granada, decidió tomarse un año sabático. Aceptó entonces un cargo de asesor médico y pasó por compañías como 3M y Abbott para finalmente quedarse en Novartis, una de las multinacionales farmacéuticas más importantes del mundo. Allí empezó en el área de oncología, fue gerente de mercadeo para América Latina, dirigió la operación de la empresa en Venezuela, pasó a Suecia donde fue gerente general y volvió a Estados Unidos para ser el presidente de mercadeo. En noviembre pasado fue designado nuevo presidente de Novartis Región Andina, posición en la que tiene a cargo un total de 540 colaboradores. “Somos una compañía que no deja solo para el papel el reto de ser inclusivos y de tener un trato sin jerarquías. Acá somos todos iguales y tal vez la gente que ingresa se queda porque encuentra oportunidades para crecer. Puede trasladarse a otro país, hacer carrera y siempre se le respeta su manera de pensar”, señala Chamorro.

Y es que a Chamorro cada tres años le vienen los pensamientos de realizar un cambio y de buscar nuevos retos para enriquecer su experiencia profesional. Hoy es el encargado de reemplazar a la anterior presidente, María Cristina Álvarez, quien estuvo por más de una década en el cargo. Chamorro quiere aplicar dos conceptos clave: primero, la innovación, que es entender que la empresa y su sector están en un cambio constante. Esto implica que un modelo que en el pasado fue exitoso puede que ya no funcione, y por eso hay que tomar decisiones para que la compañía mantenga su liderazgo. Esa innovación debe llegar a todas las áreas del negocio, a su portafolio de servicios y, por supuesto, a los pacientes. Segundo, la colaboración. Para el nuevo presidente, las diferentes unidades de negocio no pueden funcionar por separado sino que deben trabajar de manera coordinada y conjunta para que sean un ‘One Novartis’, la filosofía que hace parte del mensaje que el CEO global, Vas Narasimhan, quiere llevar a todos los colaboradores. En actividad constante Chamorro también debe cumplir otro papel en la empresa: la gerencia general de oncología, un rol que demanda tiempo y debe alternar con las reuniones de su cargo directivo, con una apretada agenda para estar en contacto con entidades del gobierno, los líderes del Congreso, así como con los demás actores de negocio y de las otras sedes de Novartis en Colombia. Aprovecha la mañana para llegar muy temprano a la oficina, revisar correos electrónicos y organizar las actividades y las reuniones que debe cumplir en el día a día, y tener el tiempo suficiente para dedicarle a su familia.

Antes de acostarse se toma al menos media hora para hacer ejercicio, estar en el gimnasio y cuando le queda un tiempo, hacer algo de bicicleta. También le gusta jugar al golf, un deporte que heredó de su residencia en Estados Unidos. En estos dos meses y medio en su nueva posición, Chamorro ha llegado con la expectativa de tener un espacio para compartir con todos en la empresa, conocer sus inquietudes e, incluso, saber en qué están en desacuerdo o qué se puede mejorar. Quiere contar con el talento de todos para seguir consolidando la compañía en Colombia que, junto con los mercados de Ecuador y Perú, es un ejemplo exitoso para la multinacional. El reto es mantener ese crecimiento en ventas, que alcanzó 12% en la región Andina el año pasado.