Uno de los grandes males que dejará el paso del coronavirus será el desempleo. En casi todos los países del mundo millones de personas han perdido sus puestos de trabajo y han recurrido a las ayudas brindadas por sus gobiernos para subsistir en medio de la incertidumbre. La OIT a principios de este mes alertó que las medidas de paralización total o parcial han afectado a casi 2.700 millones de trabajadores y estima en 7% las horas laborales que se perderían como consecuencia de la covid-19 en los países de renta media-alta. Y Colombia no es ajena a esta realidad. Según cálculos del Gobierno, revelados en el decreto 553 que entrega recursos a las cajas de compensación para cubrir los subsidios de desempleo, la epidemia y la cuarentena podrían causar la pérdida de más de un millón de empleos. Expertos aseguran que esta situación no tendrá una recuperación pronta. Sin embargo, la necesidad de los ciudadanos por generar ingresos que les permitan subsistir los está llevando a buscar opciones para mantenerse. Tal es el caso de las plataformas de delivery que por estos días han tenido un importante crecimiento, pues se han convertido en una alternativa de abastecimiento durante la cuarentena en Colombia.
Muchas de ellas han visto multiplicar el número de pedidos, lo que las ha llevado a aumentar su capacidad de trabajo y hasta el número de colaboradores con el que cuentan. De hecho, empresas como Rappi, Domicilios.com, Uber Eats o iFood han visto un crecimiento importante en las solicitudes de ingreso de domiciliarios en las últimas semanas, esto no por solicitud de ellos sino por voluntad propia de los ciudadanos. Comencemos por Rappi. El primer unicornio colombiano aseguró que como respuesta a la coyuntura actual, por la alta demanda, han tenido que duplicar el número de Personal Shoppers, brindando oportunidades a meseros, personal de logística de eventos entre otros para apoyar este servicio. Adicional a esto, afirmaron que hay una lista de espera en toda Latinoamérica de solicitudes de ingresos. En el país hablan de unas 45.000 personas esperando a registrarse en la aplicación para ser rappitenderos. Actualmente en Colombia hay 20.000 rappitenderos en calle. “Lo vemos, en cierta medida, como una forma de ayudar a la economía del país. Aquí se han vinculado meseros independientes o personas que ayudaban a la logística de un concierto; estas son las personas que pueden ver en Rappi una forma de cubrir esa fuente de ingresos extra. Esperamos realmente poder apoyar durante este periodo”, aseguró la compañía. iFood, la plataforma de delivery brasileña, también ha visto un incremento en estas solicitudes. Gissette Brochero, gerente de logística, aseguró que en la primera mitad de abril duplicaron las solicitudes de activación de repartidores en todo el territorio nacional y reportaron un crecimiento del 40% en la flota activa. “Nuestro crecimiento exponencial nos obliga a contar con más socios repartidores. Así que seguiremos sumando más iFoodHeroes mientras nuestro crecimiento requiera”, aseguró. Brochero también considera que el hecho de que en esta cuarentena las apps de domicilio estén operando normalmente, hace que muchas personas las vean como una opción factible para generar ingresos. Actualmente esta plataforma cuenta con 7.000 colaboradores en las 12 ciudades donde opera en Colombia. Uber Eats también ha sentido el mismo efecto. Aunque no revelaron datos al respecto, aseguraron que se ha observado un aumento significativo en los pedidos a restaurantes independientes desde finales de marzo, a medida que más usuarios buscan apoyar a los negocios locales. Esto ha llevado a que se vean en la necesidad de contar con más colaboradores. Incluso, recientemente la compañía hizo un llamado a los arrendatarios - nueva figura que opera en Colombia y como se conoce ahora a los socios conductores de Uber - a que se unan a la plataforma de delivery para apoyar la alta demanda.
Y Domicilios.com no es ajena a la situación. Según datos de la compañía actualmente han tenido un incremento significativo en la solicitud de personas que quieren hacer parte de la red de colaboradores de la plataforma. Según informaron a Dinero, a la fecha 2.305 riders han instalado la aplicación para prestar su servicio. “La coyuntura actual ha reiterado el valor del delivery en la economía colombiana, como una opción segura y rápida para un consumidor que cada vez tiene menos tiempo y más demandas. Naturalmente, cada vez son más las personas que están viendo las plataformas como una opción para generar ingresos y por su parte, los comercios cada vez confirman que somos una alternativa necesaria para seguir impulsando sus negocios”, dice Felipe Ossa, director ejecutivo de Domicilios.com. Algunos expertos consideran que este era un hecho de esperarse y más cuando desde hace tiempo este tipo de plataformas toman relevancia en el país. Para Iván Jaramillo, especialista del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, se ha visto una creciente presencia del trabajo por vía de plataformas en los últimos días y seguramente pasada la pandemia estas compañías absorberán gran parte de la fuerza laboral. “Aun así sigue prevaleciendo la informalidad de este tipo de trabajos. No cuentan con seguridad social, ARL. Debería ser una oportunidad para formalizarlos, para que tengan acompañamiento del Estado”, afirmó. Jaramillo explicó que sería ideal mantener en adelante las medidas transitorias tomadas por el Gobierno para poner en cintura a las empresas que prestan este servicio. Vale la pena recordar que a finales de marzo el Ministerio de Trabajo, a través de la Circular 26 de 2020, estableció algunos lineamientos sobre capacitación, prevención y elementos de protección para el personal de estos servicios. La circular está dirigida a entidades administradoras de riesgos laborales (ARL), empleadores, contratantes, plataformas digitales, trabajadores dependientes, trabajadores independientes, contratistas y personas que prestan el servicio de domicilio y entrega de bienes o mercancías. También considera que el Gobierno debería establecer una serie de normativas que den protección jurídica a estos trabajadores para evitar una migración del trabajo formal al informal, lo cual “sería difícil revertir”; y protección médica a estos trabajadores pues su servicio los expone seriamente a riesgos biológicos, convirtiéndolos incluso en un posible foco de infección de la covid-19. “En la medida que no hayan acciones de intervención para formalizar estos trabajos, el manejo de la política de aislamiento y de bioseguridad será bastante complejo”, dijo. Para Carolina Porras, socia del área Laboral en Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, las plataformas de domicilio serán una fuente de liquidez. En esa medida, las plataformas electrónicas, adquieren cada vez más relevancia, serán foco de inversión y como consecuencia de ello el gobierno nacional deberá priorizar su regulación. "Colombia está en mora de reglamentar el uso de estas plataformas para impulsarlas como fuentes de ingreso para el país, para los potenciales trabajadores y la crisis del covid-19 ha sido un propulsor de esta reglamentación. Es hora de establecer mayor cobertura al personal que realiza labores a través de dichas plataformas".
Durante mucho tiempo estas nuevas formas de trabajo a través de aplicaciones han sido fuertemente criticadas por la falta de formalidad y responsabilidad de las empresas en la protección de los derechos de los colaboradores. Actualmente, en el Congreso de la República cursan varios proyectos para regular estas plataformas. Incluso hay uno liderado por el senador Rodrigo Lara de Cambio Radical que propone seguridad social para trabajadores de plataformas tecnológicas y regular el trabajo digital, cobijando tanto plataformas de delivery como de transporte y otros sectores. Para algunos probablemente este será el empujón que necesitaba la regulación de estas plataformas en el país. Sin embargo, quedará pendiente si el Gobierno lo pondrá como una prioridad y como una opción para ayudar a reactivar la economía en el país, pues por ahora ninguno de los dos proyecto que cursan has sido debatidos, ni siquiera en primer debate.