Desde 2008 la Siderúrgica Nacional (Sidenal), ubicada en el municipio de Sogamoso (Boyacá), empezó a utilizar una máquina de fragmentación que separar la chatarra, -materia prima principal de la siderúrgica-, de otros elementos no metálicos como por ejemplo el plástico, el caucho y la espuma. Antiguamente todos los desechos iban juntos a fundirse en un horno y no se separaba nada, quemando el material de manera ineficiente. Con esta máquina, además de aumentar la densidad para mejorar el proceso de producción de acero, empezaron a separar los elementos no metálicos y luego a guardarlos. “Comenzamos a almacenar los residuos sólidos, pues no era una solución responsable botarlos. Investigamos qué podíamos hacer con eso hasta que llegamos a la idea de realizar un proyecto de eficiencia energética a partir de estos desechos que desarrollamos con el apoyo de Colciencias”, explica Luis Alfredo Reyna, gerente general de la compañía. En el año 2012 se iniciaron los estudios de innovación bajo la dirección del ingeniero y máster Iván Barragán, mediante el diseño y montaje de la planta piloto con una inversión de $1.800 millones, la cual aplicó a una exención tributaria del 175% aprobada por Colciencias. Durante los años 2013 y 2014 se instalaron los primeros equipos y la segunda fase del proyecto es el escalamiento a nivel industrial para poder procesar unas 150 toneladas diarias de residuos (actualmente la planta piloto procesa 50 toneladas diarias). Esta etapa tiene un valor de $6.000 millones, también con beneficio tributario del 100% por inversión ambiental, otorgado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible. “A finales de octubre nos visitarán de la Universidad de Siegen de Alemania, con quienes tenemos un convenio, para hacer mediciones y lograr el diseño de una planta más grande”, cuenta Reyna. De esta manera, se puede aprovechar el 100% del material, recuperando un 10% en metales, 40% en material orgánico, transformado a combustibles, y el material inerte restante en recuperar tierra y materiales de construcción. Actualmente, la siderúrgica consume 12 GWh/mes y según las proyecciones realizadas por el ingeniero Barragán con los residuos se pueden llegar a generar 7 MWh con lo que se podría auto abastecer el 40% de la energía de la planta de acero. “Cualquier kilovatio que vayamos a ahorrar es interesante porque es a partir de un residuo muerto”, concluye Reyna. Por su parte, Barragán estima que el ahorro sería de $800 millones mensuales y destaca del proyecto que es “una forma de limpiar el planeta, siendo sostenibles”. Sidenal tiene 33 años en el mercado y produce 200.000 toneladas de acero al año, todas para consumo nacional. Dependiendo del precio del acero, logran una facturación anual de $350.000 millones.