Probablemente una de las noticias que más revuelo causó la semana pasada fue el salvavidas que pidió Avianca al Gobierno, pues la emergencia por el coronavirus ha afectado seriamente su operación y ha dejado en vilo el futuro de la segunda aerolínea más antigua del mundo. Pero la noticia no causó tanto revuelo por la situación actual de la compañía, sino por la percepción que tienen los colombianos sobre la aerolínea. Tras la solicitud, las redes sociales se inundaron de reclamos hacia la compañía aérea, algunos de ellos relacionados con el aumento en los precios de los tiquetes, el papel de la empresa en el cierre de la vía Bogotá-Villavicencio, entre otros momentos. Incluso, señalaron que lo que vive en la actualidad es consecuencia del ‘karma‘. De hecho, también se presentaron comentarios como que era mejor salvar a las micro, pequeñas y medianas empresas más que a Avianca, pues están viviendo un momento aún más difícil y que consideran como un verdadero motor de la economía.  Esta discusión llevó a expertos a plantearse la pregunta ¿qué es más importante salvar a Avianca o salvar a las mipymes? En un webinar organizado por Alcentro y moderado por el exministro de las TIC, David Luna, Luis Fernando Mejía, presidente de Fedesarrollo, y Mauricio Olivera, director de la firma Econometría dieron sus puntos de vista al respecto. 

Mejía resaltó que la discusión no debe guiarse en elegir salvar a las mipymes o a las grandes empresas, que en este caso son representadas por Avianca. Lo que se debe pensar es en cómo se mantendrá el empleo en el país tras el paso del coronavirus. “Los cálculos que tenemos es que este año la economía, producto del choque del coronavirus y del petróleo, tendría una contracción de hasta el 7,5%, la más grande en la historia del país de los últimos 100 años. Eso implica un deterioro en el empleo y lo que tenemos que buscar ahora son soluciones que permitan mantener los puestos de trabajo”, señaló.  Al respecto mencionó que para proteger las plazas de trabajo se deberán tomar medidas que estén enfocadas en mejorar el acceso a las líneas de crédito que el Gobierno ha anunciado para brindar liquidez a las empresas. Asegura que es necesario corregir varios errores, en especial, las condiciones con las que los bancos están realizando los préstamos a los empresarios. “Los bancos están prestando al que menor probabilidad de incumplimiento o menos riesgo tiene, y en estos momentos uno espera lo contrario que quien más esté afectado y más caídas en sus ingresos tenga sea el que más rápido tenga acceso y eso no está pasando. Por eso es necesario focalizar a través de sectores, caídas de ingresos u otras alternativas, aquellas empresas y generar incentivos para que los bancos les abran el camino”, afirmó.  También resaltó la importancia del subsidio a la nómina para dar oxígeno a la caja de las empresas. “La eficacia de las medidas que se tomen hoy para proteger el empleo y a las empresas, marcarán el camino para una recuperación sólida a largo plazo”, puntualizó.  Frente al caso puntual de la aerolínea, Mejía dijo que es necesario tener en cuenta que Avianca venía atravesando un momento bastante difícil con serios problemas financieros y el paso del coronavirus, deja un golpe bastante grande para el proceso de recuperación que venía planteando. “Avianca presta un servicio público esencial, tiene la mitad de las rutas de nuestro país, es una empresa que en esta coyuntura recibió un fuerte golpe y que no será fácil recuperar”, afirmó.  Señaló que el componente sistémico de la empresa y la importancia en materia de conectividad de la misma llevará a que el Gobierno genere una ayuda para la compañía. Sin embargo, esta no debe estar planteada para ayudar a los accionistas o acreedores. “Es un balance difícil, donde el Gobierno tendrá que prestar una ayuda sea en créditos a largo plazo o a través de la capitalización de la empresa”, dijo Mejía. 

En cuanto a la capitalización señaló que será necesario reorganizar la estructura de la compañía. Finalmente, para él, la situación de Avianca deja sin duda una lección bastante importante para el país, que está en mora de hacer una reforma a nivel de estructuración del sector aeronáutico. “Muchos analistas han hablado de cielos abiertos, abrir campo a más empresas. Es difícil dejarla cerrar, hay que planear una hoja de ruta de liberación del mercado, cielos abiertos y tarifas más bajas para evitar problemas como el actual en el futuro”, dijo. Mauricio Olivera tuvo bastantes puntos en común con Mejía. El economista señaló que esta es una crisis inédita y más allá de escoger entre Avianca o las mipymes, el Gobierno tiene la tarea de redefinir quiénes son vulnerables para así crear políticas públicas eficientes que saquen adelante al país. “Siempre hemos asociado la vulnerabilidad con la pobreza, pero en estos momentos todos estamos frenados, todos somos vulnerables”, aseveró.  En ese sentido, Olivera señaló que las empresas son el corazón de la economía colombiana, son las que generan el empleo y es necesario todas, sean grandes o pequeñas, tengan acceso a los alivios para mantenerse en pie. “La crisis nos afecta a todos y es necesario salvar a todos”, afirmó. Sin embargo, señaló que los recursos son escasos y habrá que esperar hasta dónde podrá llegar el Gobierno teniendo en cuenta la restricción presupuestal para brindar más ayudas al sector productivo del país. Para ello, Olivera considera necesario pensar en medidas más agresivas.

Con relación a Avianca, considera que esta juega un papel importante gracias a la conectividad a nivel nacional e internacional y a la generación de empleo, más de 11.000 directos y 6.000 indirectos. ”A las grandes empresas hay que cuidarlas. Sin embargo, es fundamental buscar un salvavidas que no rinda beneficios para los socios y accionistas, sino viendo el futuro de la compañía y cuándo y cómo podrá reactivarse. Esto sin duda acompañado de una reforma estructural que el sector necesita”, dijo. Para él la capitalización de Avianca es uno de los posibles caminos para salvar la compañía. Sin embargo, afirma que para ello será necesario reestructurar la compañía para lo cual "no tiene claro que el Estado tenga la capacidad de hacerlo en una empresa como Avianca. Este tema nos lleva a que será necesaria una reforma al sector completo, abrir más competencia, quizás en la posibilidad de unir la operación de Satena y Avianca para fortalecer y dar más desarrollo a las aerolíneas. Pero será un proceso muy largo e incierto porque es uno de los sectores que esperará más tiempo para su recuperación", concluyó.