Jóvenes colombianos y extranjeros profesionales, sin ataduras y cansados de la rutina, hicieron de un alojamiento de AirBnb su oficina y también su hogar durante la pandemia del coronavirus. Medellín, Cartagena o Barranquilla son algunos de los destinos por los que han pasado durante el último mes Iuri y Jaqueline, una pareja de Belém do Pará, norte de Brasil, que trabaja remotamente y que tuvo como último lugar fijo de residencia Bogotá, muy lejos también de su hogar. "Tomamos la decisión porque nos quedamos en casa unos ocho meses y nos sentíamos muy atrapados. En Bogotá hubo muchas restricciones durante mucho tiempo y eso terminó por influir también. Allí, durante ese tiempo que nos quedamos en casa, estábamos planeando a dónde viajaríamos después de que pasara la pandemia", le dijo a Dinero Iuri Rezende. Sin embargo, "a los pocos meses hicimos un análisis de la situación de la covid-19 en el mundo, pensamos en la vacuna y la segunda oleada, luego vimos que no terminaría tan temprano. Así que decidimos viajar de una vez, porque no sabíamos cuándo mejoraría todo", explica. Añade que si bien "todavía no se consideran nómadas", sí están "comenzando un viejo sueño. Sin embargo, todavía estamos aprendiendo y comprendiendo cómo funciona este mundo". "Y un desafío es la cuestión de la pandemia, ya que estamos siguiendo estrictamente los protocolos de bioseguridad. Estamos utilizando mascarillas, alcohol en gel, aplicando la distancia, evitando aglomeraciones, etc. Lo que cambió para nosotros fue el ritmo acelerado de la gran ciudad. En nuestro viaje nos vamos a alojar en lugares que nos pueden traer más calma y tranquilidad", asegura. “Siempre quise trabajar de forma remota para poder viajar y quedarme un poco en cada rincón, ya que en este momento mi trabajo me permite trabajar desde cualquier lugar dentro de Colombia; opté por quedarme un poco en cada rincón, así aprovecho y conozco más el país”, también le dice a Dinero Lucas Araújo, un profesional brasileño que ha optado por esta modalidad. Confiesa que incluso en Bogotá, su actual lugar de residencia, se “cansa de quedarse todo el día dentro de casa”, incluso a veces sale a trabajar en algun café de la ciudad para escapar del peso de la rutina, que se ha intensificado por cuenta de la pandemia, impidiendo que millones de personas se encuentren con sus familias. Visite: Ley de Turismo dificultaría funcionamiento de plataformas como AirBnb y Booking Explica que la ventaja es que se puede cambiar “un poco de aire”, un día “en la playa, otro en la montaña”, combinando “lo útil con lo placentero”. “El mayor reto es trabajar sabiendo que tienes un mar frente a ti y a veces el internet, pero tengo un plan celular que me permite viajar”. Con la reactivación de los vuelos domésticos y la reapertura de las carreteras, son varios quienes han optado por teletrabajar desde ciudades del Caribe o el Pacífico, un periplo que los ha llevado lejos del estrés diario de una ciudad como Bogotá, foco de la pandemia del coronavirus en Colombia. La plataforma de alojamientos particulares y turísticos Airbnb destaca que para muchos colombianos “este diciembre marca la primera vez en la que podrán viajar con sus familias o amigos, aunque no tengan vacaciones, gracias a la implementación del trabajo remoto”. En este sentido, la plataforma ha implementado filtros para que los usuarios puedan visualizar opciones según sus requerimientos, incluso para teletrabajar, como la cobertura de wifi y zonas de trabajo para portátiles. Con respecto al costo-beneficio de teletrabajar de esta forma, Araújo explica que “depende mucho”, sobre todo si se está solo o en grupo, así como qué tipo de alojamiento se está buscando. “En mi caso, como ya no tenía que rentar en Bogotá, ese valor lo pagué en el alojamiento, lo cual me dio mayor libertad. Me quedé en un hostal compartido, algo que ya es más económico”, explica. Lea también: Regatky: el reloj tecnológico y social del turismo "se adelantó varios años"
Lucas Araújo cerró su contrato de arrendamiento en Bogotá y ahora teletrabaja en varias ciudades de Colombia. Rezende, a su vez, señala que "lo más caro son las estadías, el alquiler de hoteles, el albergue y el AirBnb. Además es lo que más funciona, ya que necesitamos buscar lugares que ofrezcan un mínimo de comodidad, buen internet y buena ubicación". "El resto es más barato en comparación con Bogotá u otras grandes ciudades (...): comida, transporte, compras, tours, etc. Al final casi todo sigue igual, pero decidimos invertir en comodidad y por eso es un poco más caro", afirma. La pandemia ha disparado la virtualidad en todos los ámbitos y empresas como BlackSip estiman que mercados como el del comercio electrónico reportarán ingresos equivalentes a los $27 billones en 2020, todo un hito para un país acostumbrado a las transacciones físicas. “La tendencia al teletrabajo y la cultura de conectarse remotamente fortalece el camino para que más empresas vendan sus productos y servicios a otras empresas por canales digitales”, explica BlackSip. Los teletrabajadores, un nicho que se abre En el caso de AirBnb, una de las plataformas que comienzan aprovechar el contexto de reactivación del turismo, reporta que ahora los viajes son más locales y los turistas están prefiriendo sus servicios a los de hotel por temor a la covid-19. Según los datos revelados por la tecnológica, en el tercer trimestre de 2020 la firma reportó una ganancia neta de US$219 millones y unos ingresos de US$1.340 millones, cayendo un 19% frente al mismo periodo del año anterior. Le puede interesar: Reservas de AirBnb aumentan en EE. UU. tras el desplome por coronavirus El turismo alternativo crece de la mano de una generación de jóvenes más adaptados a la economía colaborativa y sin complicaciones. Esta tendencia llevó a que el pasado martes la capitalización bursátil de AirBnb alcanzara los US$73.400 millones, mayor que la de Marriott (US$41.910 millones) y la de Hilton (US$28.850 millones). Un cambio de perspectiva Adoptar el teletrabajo es una opción para el 66,2% de las organizaciones en Latinoamérica que está considerando implementar el trabajo remoto en su empresa, de acuerdo con un reporte de Ubits, una plataforma de entrenamiento corporativo. Según reveló el estudio, de ese porcentaje, el 49% lo haría de manera mixta (con trabajo presencial en oficina durante algunos días de la semana). En tanto, el 40,4% usaría la modalidad de coworking (el trabajador va a la oficina solo los días que lo crea necesario) y solo el 10,6% implementaría el trabajo remoto en un 100%. Además, señala que la pandemia facilitó la implementación del trabajo remoto y derrumbó los mitos y la preocupación que había alrededor de este. Lea también: Ricardo Millet: “Los destinos inteligentes serán fundamentales para el turismo”