El Gobierno expidió el decreto para reglamentar el Fondo de Estabilización de Precios del Café, un mecanismo que busca ofrecerles estabilidad de ingreso a los cafeteros. Así, cuando el precio del grano esté alto se ahorrará, para que cuando caiga se desahorre y se pague un precio mayor al caficultor. Este fondo es una réplica de otro fondo que ya existe y que no ha sido tan útil: el de los precios de los combustibles. Su operación tenía el mismo fundamento, pero durante un buen tiempo los precios del petróleo se mantuvieron altos y la gasolina no subió al mismo ritmo en Colombia, así que los recursos se agotaron. El hueco fue tal que llegó a ser de casi $14 billones. Al final, este déficit se cubrió con deuda y lo terminamos pagando todos los colombianos.
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