Fitch Ratings rebajó la calificación de EPM a BBB-, con perspectiva negativa. La rebaja, según la calificadora, se debe a la intervención del dueño de EPM, la ciudad de Medellín, en la gestión de la firma, "lo que representa un deterioro de los controles de gobierno corporativo en la empresa". La calificadora considera que las acciones emprendidas por la empresa son contrarias al Acuerdo de Gobernabilidad entre la ciudad y la administración de EPM, en la que se debía respetar la autonomía de la compañía. Fitch detalló que las calificaciones de EPM reflejan el bajo riesgo comercial de la compañía derivado de su diversificación y como proveedor de servicios públicos.
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