Tras la llegada del coronavirus al país, hace ya un mes, y con el inicio del confinamiento obligatorio muchas familias de bajos recursos quedaron a la deriva y sin saber cómo sobrellevar el encierro sin la alimentación necesaria. Como un grito de auxilio, varios colombianos que enfrentan dificultades económicas, cuelgan en sus puertas y ventanas pañuelos o trapos rojos. El objetivo, identificarse como una familia necesitada y que las personas solidarias puedan ayudarles en algo.
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