Este municipio de origen muisca, ubicado a tres horas de Bogotá, es reconocido por la ruana y por contar con una comunidad especialista en tejidos de fibras naturales, forja artesanal, muebles rústicos, talla de madera y piedra, elaboración de campanas artesanales, cerámica y productos derivados de la breva y la uva.Con un paisaje de bosque alto andino y páramo, este territorio tiene una temperatura promedio de entre 16 y 20 grados celsius y ha sido el hogar de diversas especies de flora y fauna que sobresalen en el verdor de sus laderas. En el parque del centro, las palmeras se mueven con la brisa fresca e invitan a sus visitantes a recorrer la calle de los artesanos y el museo de arte popular boyacense, un lugar ideal para conocer la diversidad cultural y artesanal típica de este destino.Al ser privilegiado con topografía y sus vientos, Nobsa es un destino imperdible para los aficionados de los deportes de aventura. Allí pueden encontrar atractivos turísticos naturales como senderos hacia el páramo de la Rusia, con su mirador de los Siete Valles, las cascadas de La Chorrera y Santa Ana, el sendero de Morales y lugares enigmáticos como el cerro de Cruz de Aranda y el cerro de la Cruz de la Culebra, que guardan mitos y leyendas. Se pueden llevar a cabo actividades como senderismo, parapentismo, ciclomontañismo, motocross, entre otros deportes, que le permitirán a los visitantes llegar hasta las zonas más altas de la región para apreciar todo el altiplano boyacense.Este territorio sin límites brinda la experiencia del corredor turístico de Punta Larga, allí los aficionados del vino pueden conocer todo el proceso de elaboración de esta bebida hasta que llega a la copa. Además cuenta con hermosos hoteles y hostales, campestres y urbanos, y restaurantes de comida tradicional e internacional. Estos atractivos hacen de Nobsa un lugar inolvidable que logra conquistar a todos los que lo visitan.