Autoridades venezolanas enviaron en las últimas horas a sus similares de Colombia las huellas dactilares del cuerpo de un hombre que, según todos los indicios, es Wilber Alirio Varela, alias ‘Jabón’, uno de los dos jefes del cartel del Norte del Valle. De acuerdo con el diario Los Andes de Venezuela, un hombre que al parecer es Varela fue encontrado con un documento a nombre de Weimar Pérez Aranguro, de 45 años de edad, con varios impactos de bala. Junto con él estaba otra persona que llevaba un documento a nombre de José Antonio Pérez Chacón, de 47 años, y de nacionalidad venezolana. Al parecer, los dos hombres fueron encontrados dentro de una habitación en una de las cabañas Free Air, ubicadas en el sector de Loma de Los Ángeles, en la vía que conduce a una población conocida como Jají. “El comisario Humberto Ramírez, jefe de la Subdelegación Mérida del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, explicó que de acuerdo con la información (...) se conoció que un sujeto del que se desconocen mayores datos, llegó en horas de la mañana de este martes a las cabañas para efectuar la reservación por una noche. A éste le fueron asignadas las cabañas 06 y 07. El hombre se retiró del lugar y en horas de la noche, aproximadamente a las 8, retornó al sitio en compañía de otros tres hombres, todos abordo de un vehículo azul, del que se desconocen más características. Luego nadie más los vio en el recinto, hasta la mañana de ayer (miércoles) cuando fueron localizados sin vida”, dice el medio de comunicación. ¿El fin de una época de plomo? En caso de confirmarse plenamente la identidad, las autoridades en la lucha contra el narcotráfico se habrían anotado un gran golpe. Varela, quien se enfrentó durante varios años con el otro jefe del cartel Diego León Montoya (alias ‘don Diego, capturado el año pasado en el Valle), es uno de los capos del narcotráfico más buscados del mundo. Los dos eran enemigos a muerte y sus ejércitos de sicarios, los ‘Machos’ y los ‘Rastrojos’ respectivamente, libraron una guerra que dejó más de 1.000 muertos en el departamento del Valle. Desde 2004 los dos narcos sintieron como nunca el acoso de las autoridades. Les quitaron muchas de sus propiedades, les habían capturado y extraditado a sus más importantes lugartenientes y les desvertebraron algunas de sus redes sicariales. Para escapar de esa ofensiva, los capos intentaron acudir a una maniobra que les funcionó a algunos de sus antiguos colegas en el mundo del tráfico de drogas: convertirse en paramilitares. En septiembre de 2004, SEMANA reveló cómo ‘don Diego’ pagó varios millones de dólares a un jefe paramilitar del Magdalena Medio para ‘comprar’ un grupo de sus combatientes y crear un nuevo bloque de autodefensas. Con esto intentó meterse a la mesa de diálogos de Santa Fe Ralito con la fachada de ser un jefe de autodefensas. Aunque ‘don Diego’ ofreció a varios miembros del Estado Mayor de las AUC cifras que oscilaron entre los cinco y los siete millones de dólares para que lo acogieran en la mesa de Ralito, los jefes paras rechazaron la oferta. El camino hacia el paramilitarismo Por otro lado, Varela formó un grupo bautizado con el nombre de Rondas Campesinas Populares –RCP–. Su zona de actividad estaba ubicada en el cañón de Las Garrapatas, en donde habitantes conocen a este grupo como Rastrojos Campesinos por Colombia, en una clara alusión al origen del grupo, ya que muchos de sus integrantes pertenecían a la banda de sicarios de Varela, los ‘Rastrojos’. A diferencia de Montoya, ‘Jabón’ no compró parte de una estructura paramilitar ya existente, sino que utilizó a los hombres de su estructura sicarial para transformarla en un bloque paramilitar. Varela también tuvo nexos con Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, uno de los líderes paramilitares más influyentes de las AUC. El poder de este paramilitar fue tanto que logró en su momento un acuerdo entre ‘Jabón’ y ‘don Diego’. “Yo fui pieza clave entre ‘Jabón’ y ‘don Diego’ para parar una guerra, porque veíamos que los ex miembros de las autodefensas se iban para allá”, dijo en una entrevista para SEMANA. Desde mediados de los 90, Wilber Varela transaba negocios con autoridades y narcotraficantes en Venezuela, al tiempo que en Colombia negociaba con la guerrilla y los paramilitares. Sin embargo, durante los últimos años la guerra entre los ‘Rastrojos’ y los ‘Machos’ se recrudeció y muchos de los aliados de ‘Jabón’ lo traicionaron. Por eso tuvo que irse al país vecino en 2004 y en los últimos seis meses estuvo moviéndose de Mérida hacia Puerto La Cruz. Para él, según las autoridades, el sitio más seguro era Colombia y este año tenía planeado viajar nuevamente al Valle para aprovechar que su archienemigo ‘don Diego’ había dejado un espacio libre en el departamento.