A sus 43 años, Orlando Duque se mantiene como uno de los principales embajadores del deporte colombiano en el mundo. Su más reciente gran hazaña fue adentrarse en el océano antártico en busca de un iceberg desde el que pudiera dar un salto a las gélidas aguas que están al sur del planeta.Con apoyo de la Armada Colombiana, ‘Duque de las Alturas‘ emprendió un viaje 21 días a través de varias estaciones en el Buque ARC 20 de Julio, llegando primero a Punta Arenas, la ciudad más austral en la Patagonia chilena, para luego ir por el estrecho de Magallanes hasta alcanzar la Península Antártica.Allí empezó la tarea titánica de encontrar el lugar ideal para hacer un salto de gran altura y cumplir el sueño de saltar en los seis continentes. El caleño logró dar tres saltos oficiales en dos lugares diferentes, uno de 12 metros y otro de 20 metros de altura.
La seguridad fue clave en esta arriesgada travesía que necesitaba más de 15 personas para cumplir todos los protocolos y completar esta tarea con éxito. Y en la que además del buque se transportó en dos lanchas para encontrar el sitio indicado para su cometido.Duque debió utilizar un traje de buceo neopreno de siete milímetros que solo dejaba parte de su cara descubierta y con el que se protegía de las bajas temperaturas de las aguas árticas en las que se encontró con ballenas jorobadas, pingüinos y focas.Toda una gesta para este hombre que está acostumbrado a saltar desde los lugares más paradisiacos del mundo pero que en esta ocasión voló por un lugar en el que ningún otro humano lo ha hecho.SEMANA tuvo la oportunidad de conversar con él sobre los detalles de esta expedición, sobre su carrera y el momento del deporte en Colombia.SEMANA: ¿Cómo nació este proyecto de saltar desde un iceberg en la Antártida? Orlando Duque: Yo quería saltar de un iceberg hace mucho tiempo pero querer y poder hacerlos es otra cosa. Llegar a la Antártida es bastante complicado pero afortunadamente la Armada Nacional tiene esas expediciones científicas que están haciendo junto con las de la Comisión Colombiana el Océano y les presentamos el proyecto y lo aprobaron con un componente más de la expedición.
SEMANA: ¿Cómo fue la experiencia?O.D.: Increíble. No sólo el viaje, llegar a este sitio tan espectacular y vivir la experiencia de la vida militar. Al llegar allá me di cuenta que el reto era mucho más grande de lo que yo pensaba. Pero la Armada obviamente nos dio todo el apoyo y nos colaboró con lo que necesitábamos para solucionar los problemas que nos encontramos.SEMANA: ¿Qué tan difícil fue lograr dar el salto?O.D.: Sinceramente es uno de los proyectos más complicados de mi carrera. El reto será encontrar el sitio acorde con las condiciones. Icebergs uno encuentra muchos pero hay muchos factores. Unos muy pequeños, otros muy inestables y algunos en los que no hay forma de acceder a menos que sea buscando escalar.Entonces había que buscar. Una vez llegábamos a uno en el que encontráramos la altura que queríamos y luego veíamos los alrededores a ver si hay alguna forma de alcanzarlo. Después de subir yo tenía que llegar al sitio donde quería ir a hacer el salto.Si en realidad se podía saltar, los buzos se metían al agua y revisaban el área haciendo un barrido necesario para asegurarnos de que no había ningún obstáculo que no había nada debajo del agua. Y una vez que estaba todo eso listo ya los buzos salían, daban el ok y yo me preparo para el salto.
Entonces era ya era un proceso que podía tomar 40 o 45 minutos. Entre encontrar el sitio adecuado, tomar las medidas de seguridad y finalmente dar el salto.Con la temperatura nos fue muy bien pues estábamos en pleno verano antártico. El agua estaba más o menos a un grado y la temperatura ambiente estaba entre 5 y unos menos 10 grados; la sensación térmica o sea con el viento alcanzó a estar a menos 25 grados.O sea que hay que estar muy abrigado. Tenía un traje de neopreno de siete milímetros que me tapaba todo y lo único que tenía destapado era la cara, además guantes y botas por lo que estaba totalmente protegido.Pero después de un par de saltos uno ya está mojado y se siente muchísimo frío. Lo bueno de estar con la Armada es que contábamos con una lancha Defender, que es cerrada y tiene calefacción adentro.Además, nos podíamos ir directamente al buque en el que el médico y la enfermera tenían un protocolo de chequeo para revisar que estuviera bien. Pues el riesgo principal es la hipotermia. Afortunadamente todo estaba muy bien planeado y coordinado para que para que no hubiera ningún tipo de problema.SEMANA: ¿Cómo estaba integrado el equipo que lo acompañaba?O.D.: En cada uno de esos saltos había cinco buceadores, en la tripulación de la lancha había tres personas, más el médico y el enfermero. También nos acompañaban dos camarógrafos y un fotógrafo junto con mi esposa que es la coordinadora del equipo y el personal militar que documentaba lo que estábamos haciendo.Salíamos en dos lanchas, una lancha Defender y un bote Zodiac. Una operación militar y me parecía súper bonito ver trabajar a la Armada. Lo hacen con mucho profesionalismo, como que todo se coordinaba muy bien la comunicación todo siempre muy claro.SEMANA: ¿Cómo fue el salto en sí?O.D.: Yo hice fue un mortal delante al vuelo. La idea era hacer un salto que no fuera tan complicado. El riesgo ya está ahí con la altura y con la misma situación del iceberg entonces la idea era no añadirle más dificultad haciendo saltos complicados que pueden ocasionar que algo de pronto salga mal. Además, con el traje de neopreno tan grueso era incómodo, entonces debía hacer algo que fuera más conveniente para mí.
Debíamos ser muy cautos. En el caso de algún accidente en la Antártida una evacuación es algo muy complicado y podíamos poner en riesgo a toda la expedición. Entonces era algo que se tenía que calcular muy bien y éramos conscientes que tenía que manejar bien todos esos riesgos.En general me pareció que salió muy bien. Se logró el objetivo que era saltar en la Antártida y volver a casa entero (risas).SEMANA: ¿Sabe si alguien más ha saltado desde un iceberg en el mundo?O.D.: Que yo sepa desde esa altura no. De las personas que conozco ninguno ha ido a la Antártida. Entonces yo me atrevería a decir que soy el primero en saltar a esa altura pero no puedo probar que alguien más lo haya hecho antes.En general siento que soy el primero en hacer eso, saltar de los seis continentes. Es un ciclo muy bonito en mi carrera. Haberme puesto todas estas metas que se han cumplido.SEMANA: Una de sus compañeras de viaje fue la apneista Sofía Gómez Uribe, ¿Cuál era su papel y cómo le fue?O.D.: A Sofía la invitó también el comandante de la Armada. Ella iba a hacer unas inmersiones allá en la Antártida y le fue muy bien. Estaba muy contenta. Entonces era bonito que le añadan ese tipo de proyectos al programa antártico de Colombia y es un componente más.Es algo diferente y sirve también la parte de investigación. En algunas de las bases de otros países en las que desembarcamos les parecía les pareció algo muy inteligente que se esté queriendo involucrar a deportistas en ese tipo de proyectos de investigación científica.SEMANA: ¿Qué hallazgos encontraron desde el punto de vista científico con su participación en la expedición?O.D.: Los resultados digamos más más técnicos los están procesando. Apenas llegaron y están analizando todas las muestras que se tomaron. En general, nos que nos dimos cuenta que en el cuerpo hay una reacción bastante interesante, la tensión arterial sube bastante después del salto por la adrenalina y la misma temperatura, pero la recuperación también es bastante rápida.Es muy importante estar en buena forma física. El hecho de que te vas a exponer una temperatura extrema, el cuerpo aumenta la tensión pero vuelve se recupera y está funcionando en condiciones normales.
En cuanto a la parte de investigación se hicieron los proyectos de cartografía que salieron muy bien. Se hizo un levantamiento hidrográfico en el área cerca de Bahía Paraíso, un área gigantesca de la carta de navegación que no existía. Una gran contribución a la humanidad.Se están monitoreando unos animales y se hicieron unas grabaciones, entonces esto tiene una cantidad de componentes muy interesantes. Se hizo un estudio de física inversa para una posible base colombiana en la Antártida. Entonces estamos avanzando. Esto es un proyecto bastante grande de las Fuerzas Militares porque la Fuerza Aérea también está involucrada porque estaban haciendo un entrenamiento polar.Un programa que me sentir orgulloso. Esto es algo nos afecta a los colombianos, hay ciertas corrientes en el Pacífico que por el calentamiento se están afectando, la vida marina y algunas especies afectadas. Entonces eso es algo que solo ayuda a Colombia sino a la humanidad.SEMANA: ¿Cómo era la vida dentro del barco de la armada?O.D.: Lo bueno es que yo presté servicio militar entonces sabía a qué atenerme. Pero bastante interesante porque vivíamos un régimen militar normal. Se despierta muy temprano, hay unos llamados, unas formaciones a las juntas de guardia. Hay que respetar todas estas formalidades a pesar de ser personal civil porque hay que pasar revista a que todos estén bien.Desayuno, almuerzo y la comida eran a ciertas horas. No era que cuando le dio hambre sino que tocaba hacerlo en el horario adecuado. Bastante interesante pero que es algo a lo que uno se adapta. Yo me acomodó muy fácil a todo y fue delicioso.Todo muy cómodo y el buque es una maravilla. Es hecho en Colombia en los astilleros de Cotecmar en Cartagena.SEMANA: ¿Cuál es el reto para el resto del año?O.D.: Me voy el viernes para México para competir este domingo. La serie Mundial Red Bull Cliff Diving empieza el 2 de junio. Son siete paradas que sería lo más importante de la temporada. Hacía el fin del año tenemos Copa del Mundo y esto sería lo que tenemos en cuanto a competencias.En proyectos, estoy haciendo una serie de documentales en Colombia. El primero es sobre el Pacífico. Tratamos de destacar esas áreas remotas pero paradisiacas que tenemos. Además de saltar destacamos la gastronomía, la música y esa la parte cultural tan rica que tenemos en Colombia. Son sitios que están a dos horas de la ciudad y no hay que internarse en Colombia. Yo llevó 20 años promoviendo sitios turísticos alrededor del mundo y entonces creo que esta es una buena oportunidad de hacerlo en mi paísSEMANA: Después de la Antártida, ¿qué falta por cumplir?O.D.: Yo he ganado todos los títulos que he disputado en mi deporte, ir a diferentes partes del mundo, lograr el sueño más grande que fue el salto en la Antártida. Entonces debemos analizar qué más podemos hacer. Quiero seguir compitiendo aparte seguir haciendo aventura y sé que se nos van a seguir ocurriendo cosas después de que nos recuperemos del desgaste de este reto.SEMANA: Usted ha sido el principal promotor de los clavados de gran altura, ¿Cómo ha crecido el deporte a partir de sus logros?O.D.: El deporte en Colombia ha crecido bastante, no tanto en números pero si en calidad. Tenemos dos saltadores aparte de mí, un hombre y una mujer que están a muy alto nivel. Miguel (García) es 11 en el ranking mundial y esperamos que este año esté entre los diez mejores que son lo que pueden participar en todas las competencias y el otro año tenga un puesto fijo en toda la temporada.La otra persona es María Paula Quintero, una niña de 17 años que participó por primera vez el año pasado y le fue muy bien. Ya la invitaron este año. Entonces estamos progresando y seguir teniendo más calidad.SEMANA: El año pasado regresó a vivir a Colombia, después de más de 20 años fuera del país, ¿Cómo ha sido este regreso?O.D.: Estoy en Cali, entreno en las piscinas. Llevaba mucho tiempo por fuera y venía mucho pero ya estoy de regreso definitivamente. Todo fue muy fácil y llegué como si no me hubiera ido.