La imagen es real: Kya, una leona del zoológico de Oregon, Estados Unidos, pasa saliva y abre su boca tanto como puede creyendo que va a darse el bocado de su vida. Por fortuna, Jack, el pequeño de un año de edad, vestido con un suéter de rayas de cebra, está al otro lado de un vidrio de seguridad muy grueso y ni siquiera sospechó las salvajes intenciones de la reina de la selva.