Aunque su nombre ha vuelto a sonar para ocupar varios cargos públicos, el ex senador, ex ministro, ex candidato presidencial y ex fiscal Alfonso Valdivieso Sarmiento lleva varios meses refugiado en su verdadero oficio y su vocación: el derecho. Tras salir ‘quemado’ en las pasadas elecciones como candidato al Senado por Cambio Radical, este santandereano de 57 años trabaja intensamente en su oficina, en la que presta asesoría legal a varias empresas, especialmente para ev política como escudero de su primo Luis Carlos Galán, saltó a la fama por ser el Fiscal General que sacó adelante el famoso proceso 8.000, que puso al descubierto las profundas relaciones que había entre el narcotráfico y la política colombiana. Precisamente el juicio y la condena de importantes personajes de la vida nacional sirvieron para que parte de la sociedad cambiara su permisiva actitud frente al narcotráfico. Su gestión lo llevó a la cima de la popularidad, y en 1997 dejó su cargo para aspirar a la Presidencia. Tras renunciar a favor de la aspiración de Andrés Pastrana, Valdivieso viajó en 1998 con su esposa y sus dos hijos a Nueva York como embajador en la ONU. En 2003 regresó para vincularse a la Universidad Javeriana y a su oficina. Este año se lanzó al Senado, pero perdió por casi 8.000 votos. “No me he retirado de la vida pública, pero digamos que estoy en un receso”, dice al hablar de su vida actual. Sobre las nuevas denuncias que vinculan a varios políticos con paramilitares, afirma que cada vez se parece más a un nuevo 8.000, y que es necesario llegar al fondo, para que las personas que prestaron sus nombres a unos delincuentes, reciban todo el peso de la ley.