De los concejales elegidos en 2011, cinco están presos por el carrusel de la contratación y otros han protagonizado escándalos de despilfarro, racismo y hasta plagio. Por eso, cinco candidatos al Concejo de diferentes partidos, todos primíparos entre 30 y 40 años, decidieron hacer un pacto ético para cambiar las prácticas dentro del cabildo. Se comprometen a no comprar votos en campaña y si llegan a ser elegidos en octubre, entre otras cosas a no derrochar ni malgastar la plata de la ciudad, a rendir cuentas periódicamente y a “construir a partir de la diferencia”. Dice Diego Cancino, uno de los firmantes: “Este no es un pacto de papel. El que no lo cumpla será el más criticado por todos nosotros”. Habrá que ver si cumplen su palabra.