¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? Dilema eterno de la humanidad desde tiempos de Aristóteles (I a. de C.), bien podría adaptarse a la realidad nacional, a propósito de la noticia que sorprendió a los colombianos el pasado primero de septiembre.
Quienes madrugaron a una registraduría, con la ilusión por llenar el bolsillo de su billetera, se enteraron de primera mano que la cédula amarilla con hologramas no se expedirá más y se abrió paso para portarla en el teléfono inteligente. Eso sí, no desaparecerá en físico, pero el modelo cambió. Sin embargo, quienes cumplan 18 años no recibirán contraseña y de inmediato tendrán el documento.
Pero ¿qué fue primero: la cédula o las elecciones?
Si algunos han preferido estrenar cédulas en bares, discotecas o alguna puerta con bombillo rojo, por lo menos la otra mitad ha preferido hacerlo en las urnas, a la luz del promedio histórico de abstención, siempre merodeando el 50 por ciento.
Cualquiera que fuese, el estreno puede ser la única vez que haya asomado con orgullo, en un país cuyos ciudadanos la ocultan cada vez más, al ritmo del inexorable paso del tiempo por la mala cara del retrato; o por dejar al descubierto la edad, al menos la de la cédula, la única que envejece, según andan convencidos hombres y mujeres por todos los rincones del país.
Las primeras elecciones de la historia fueron las de 1857, triunfo del conservador Mariano Ospina Rodríguez frente al liberal Manuel Murillo Toro. El rústico papel, casi que del tamaño de los actuales tarjetones para Congreso, fue exigido a los 210.615 varones que acudieron a votar.
La primera cédula oficial del país se expidió el 24 de noviembre de 1952 y llevó el nombre del ciudadano Laureano Gómez, quien había renunciado a la presidencia un año antes, alegando quebrantos en su salud.
Si el gallo rojo salvaje, domesticado hace 7.000 años en Asia, dio argumento a la biología para explicar que el huevo antecedió a la gallina, las máquinas de donde salieron más de 1.000 millones de cédulas de colombianos en físico, en los últimos 70 años, comprueban que antes de la cédula hubo elecciones.
Título de elector
Creado por el general José María Obando, presidente de la república en 1853, nació como instrumento indispensable para votar, antes que para identificar a los ciudadanos, como en la mayoría de países de América Latina.
Blanca laminada
(1952)
Las primeras cédulas mantuvieron su modelo, denominado blanca laminada, hasta 1993. Acumularon nueve elecciones presidenciales mientras estuvieron vigentes.
Ricos y alfabetas
Quienes supieran leer y escribir, con renta anual de 300 pesos o propiedad raíz de 1.000, tuvieron título del elector. Una hoja rústica con retrato. Con el sufragio universal, en 1936, empezó a adquirir condición principal de documento de identificación.
Café plastificada
(1993)
Quién sabe si por homenaje al producto nacional, la café plastificada fue la primera cédula tras la Constitución de 1991, requerida en las elecciones que llevaron al poder al liberal Ernesto Samper (1994) y al dirigente conservador Andrés Pastrana (1998).
Primera mujer
Carolina Correa Londoño, nacida en Medellín el 25 de enero de 1905, trigueña y de 1,61 metros de estatura, fue la primera mujer en recibir la cédula, el 25 de mayo de 1956 en Bogotá. Por ello quedó en la historia, aunque con su nombre de matrimonio: Carola Correa de Rojas Pinilla, c. c. 20.000.001, primera dama de la nación en aquel entonces.
Amarilla de hologramas
(2000)
En el 2000 entró en vigencia la primera cédula con fotografía a color. En adelante, sus duplicados serán expedidos con el nuevo modelo de tarjeta digital, aunque no perderá vigencia.
Tricolor
(2022)
La nueva cédula está hecha con policarbonato, llevará la bandera, una mariposa que simboliza a Gabriel García Márquez con su libro Cien años de soledad y el código QR, que incluirá datos adicionales: historia clínica, libreta militar, Runt, entre otros.