El pasado 12 de junio, el mundo del fútbol quedó conmocionado. Christian Eriksen (29 años), de la selección de Dinamarca, se desplomó en la cancha durante el primer partido de su equipo en la Eurocopa, contra Finlandia. Eriksen, jugador del Inter de Milán, fue atendido por los médicos, quienes lo reanimaron y lo llevaron a un hospital, donde se recupera. Todo un milagro. Otros casos tuvieron un desenlace fatal.
Bruno Boban (24 de marzo de 2018)
En un partido en el que su equipo, Marsonia, enfrentaba al Slavonija Pozega, el croata Bruno Boban, de 25 años, falleció tras desplomarse luego de haber recibido un balonazo en el pecho.
Davide Astori (4 de marzo de 2018)
Este defensor italiano, capitán de la Fiorentina, tenía 31 años cuando murió en el hotel donde se concentraba el equipo en Údine, antes de un partido contra el Udinese por la liga italiana. Un paro cardiaco, mientras dormía, puso fin a la vida del zaguero central.
CheIck Tioté (5 de junio de 2017)
El futbolista de Costa de Marfil, que enfrentó con su selección a la de Colombia en el Mundial de Brasil 2014, falleció durante un entrenamiento con su equipo Beijing Enterprises, en Pekín. Tioté sintió un colapso y fue llevado a un hospital, donde solo tuvieron tiempo de confirmar su muerte, producto de un paro cardiaco. Tenía 30 años.
Antonio Puerta (28 de agosto de 2007)
El Sevilla enfrentaba al Getafe en un partido correspondiente a la liga de España. Al minuto 28, el defensor andaluz Antonio Puerta sufrió un desmayo y fue sustituido. Aunque pudo salir del campo por sus propios medios, sufrió otros cinco desmayos en el vestuario, por lo que fue trasladado a un hospital. El jugador del Sevilla, de 22 años, murió de un paro cardiorrespiratorio tres días después. La novia de Puerta tenía ocho meses de embarazo.
Herman Gaviria y Giovanni Córdoba (24 de octubre de 2002)
Durante un entrenamiento del Deportivo Cali, en la sede de Pance, en medio de una tormenta eléctrica, un rayo impactó la cancha. Herman ‘Carepa’ Gaviria, de 32 años, autor de un gol en el Mundial de Estados Unidos 1994, falleció de inmediato. Giovanni Córdoba, de 24 años, perdió la vida tres días después.
Marc-Vivien Foé (26 de junio de 2003)
La semifinal de la Copa Confederaciones que disputaron Colombia y Camerún en el estadio Gerland de Lyon (Francia) pasó a la historia por ser la primera vez que el mundo vio en directo, y por televisión, la muerte de un futbolista sobre el césped. Marc-Vivien Foé, de 28 años, se desplomó sin nadie alrededor. La autopsia dejó en evidencia que el futbolista africano padecía una miocardiopatía hipertrófica.
Miklós Fehér (25 de enero de 2004)
El delantero húngaro, principal fichaje del Benfica de Portugal, falleció en los minutos finales del encuentro en el que su equipo se enfrentaba al Vitoria Guimaraes. Fehér recibió una tarjeta amarilla por impedir la ejecución de un saque de banda que le pareció injusto. Luego de retirarse y buscar de nuevo su posición en el campo, Miki se agarró las rodillas y cayó sobre el césped. Una hora después del incidente se certificó su muerte, debido a una arritmia cardiaca. En su honor, el Benfica retiró el número 29 y erigió un busto en el Estadio da Luz. Tenía 24 años.
Serginho (27 de octubre de 2004)
Paulo Sergio Oliveira da Silva recién había cumplido 30 años el día en que su equipo, São Caetano, visitó al São Paulo en el Morumbí. A los 14 minutos del segundo tiempo, el defensor central se desplomó, y el jugador Grafite no se percató y lo tropezó. Una hora después, Serginho murió de un paro repentino por miocardiopatía hipertrófica.