Lo hizo para responder a un curioso caso que se presentó en una escuela del municipio de Corozal, en Casanare, que reprendió a un estudiante adolescente por aparecer un día en clase con las puntas de su cabello tinturadas. Según el rector, el manual del colegio no permite “estilo californiano”. La madre del joven puso el grito en el cielo, y su tutela terminó en esa alta corte.