Fabio Iván Restrepo era otro taxista más de Medellín cuando conoció al cineasta Víctor Gaviria, en 2001. Fruto de este encuentro comenzó una meteórica carrera en cine y televisión que aún está lejos de terminar. Restrepo, de 50 años, acostumbraba escribir historias de la calle, inspiradas en las andanzas de su hermano en las zonas populares de la ‘Bella Villa’, hasta cuando por cosas del destino sus escritos terminaron en manos de Gaviria, quien de inmediato le dio un papel en su película Sumas y Restas. Fabio interpretó magistralmente a Gerardo, un tenebroso traqueto paisa, y se ganó cuatro premios en los festivales de cine de Miami, Toulouse, Marsella y Cartagena, donde compartió alfombra roja con Woody Alllen y Pedro Almodóvar. Restrepo se quedó en Medellín al lado de su esposa y sus cuatro hijos y allá mismo lo ubicaron para que fuera Marcial Barrera, el capo que se casa con Catalina en Sin tetas no hay paraíso. Actuó brevemente en las películas Satanás y Rosario Tijeras; protagonizó cortometrajes y video clips de rap. En televisión estuvo en Tiempo Final, Taxi Libre y en la serie española Plan América, entre otras. Hoy, Restrepo vende tratamientos para las manchas de la piel y administra un taller de orfebrería mientras graba la serie televisiva de Rosario Tijeras y espera el estreno de las películas García y El Gran Sadini, donde también participó. Ahora, lo que trasnocha a Restrepo son las crudas imágenes de las hambrunas de África, con las cuales se topó en Youtube. “Se me acabó la sonrisita y la tranquilidad”, afirma. Por eso creó un grupo en Facebook llamado ‘Milagro de Amor’, que busca ayudar a estas personas.