SEMANA: ¿Por qué América Latina es la región del mundo menos exitosa en controlar la epidemia de sida?
Pedro Cahn: Nosotros, durante mucho tiempo, estuvimos a la vanguardia y entre las regiones más aventajadas en términos de acceso a la terapia antirretroviral. Y el problema no es que nuestros Gobiernos no estén dando acceso a la medicación, que se suministra de forma gratuita. Es que no tenemos una forma eficiente de llegar a las personas no diagnosticadas. Es decir, si las personas no van al servicio médico no sabrán que tienen VIH. Peor aún, si la persona comienza el tratamiento y lo abandona, nadie lo va a buscar.
SEMANA: ¿Cómo está la región en materia de diagnóstico?
P.C.: El diagnóstico tardío sigue siendo muy alto. El 30 por ciento de las personas se diagnostican con niveles de sus defensas por debajo de 200 o estando ya clínicamente enfermos. Y esto sucede en un contexto en el cual sabemos que hoy indetectable es igual a intransmisible. Dicho en otros términos: si usted tiene una carga viral en su sangre que no se puede detectar por los métodos habituales, la persona no transmite a su pareja sexual.
SEMANA: Cuarenta años después de la detección del primer caso de VIH, ¿cómo se llega hoy a la fase en que ser portador ya no es una sentencia de muerte?
P.C.: Gracias al rápido avance de la ciencia y la tecnología, tenemos medicamentos que, con una o dos dosis por día, tomadas al mismo tiempo, se puede controlar la replicación viral y las defensas de los pacientes. Entonces, el VIH dejó de ser una enfermedad mortal.
SEMANA: Justamente, uno de los grandes avances es que antes los pacientes tomaban hasta 25 medicamentos.
P.C.: Creo que ha sido una de las mayores conquistas de la medicina. Y todo se le debe a esa gran lucha de la ciencia para contar hoy con medicamentos muy potentes y de pocos miligramos que permiten reunirlos en un solo comprimido. No hay ninguna razón para que un país de América Latina no acceda a los medicamentos a un costo muy barato, pues la OPS los vende, genéricos, a costos muy bajos.
SEMANA: ¿Sigue existiendo un vacío en términos de educación hacia la enfermedad?
P.C.: Sí, en muchos países de América Latina no existe una ley de educación sexual, como sí existe en Argentina, donde esta se cumple según la provincia. En la de Buenos Aires hay programas de educación plenamente desarrollados y otras provincias del interior donde el tema es bastante restringido, pues son sociedades muy conservadoras que piensan, equivocadamente, que brindar educación sexual incita a los niños a tener sexo. Es todo lo contrario: la educación sexual enseña el respeto al propio cuerpo para que justamente no nos contagiemos de enfermedades de transmisión sexual.
SEMANA: ¿Qué tanto hemos avanzado en cuanto a los estigmas que rodean al VIH?
P.C.: No mucho. Si una persona se infarta, nadie le pregunta si es fumador, si es obeso, no practica deporte o come demasiado. Pero si una persona contrae VIH, queda la sospecha de si es homosexual o trabajador sexual. El estigma y la discriminación siguen siendo altos, y eso hace que muchas personas no se testeen por miedo a ser señaladas. El virus del VIH no ha leído la Biblia, no ha leído el Corán, no ha leído el código civil o el código penal. No es una enfermedad que contagie solo a un cierto grupo de personas, cualquiera puede contraerlo.
SEMANA: ¿Ha cambiado la incidencia de la enfermedad?
P.C.: Más del 98 por ciento de los contagios son por transmisión sexual. En África, la principal transmisión es heterosexual y más mujeres que hombres viven con el virus. En América Latina, donde la meta es llegar a 2030 con el 95 por ciento de las personas con tratamiento, gais y personas transgénero son las poblaciones más castigadas.
SEMANA: Usted fue presidente de la Sociedad Internacional del VIH-Sida, ¿cuáles son los mayores retos en un continente con 4 millones de personas con la enfermedad?
P.C.: A nivel global aún hay 12 millones de personas que no tienen acceso a medicamento antirretroviral. Eso es un espanto. En el resto del mundo el reto sigue siendo cómo creamos sociedades sin estigma hacia el VIH-sida, para que todos se testeen alguna vez en la vida. Los diagnósticos tardíos son más costosos para los sistemas de salud y para el sistema epidemiológico porque seguirá contagiando a más personas.
SEMANA: ¿Cuál es la importancia del Latina Forum Colombia, que se inicia este 2 de noviembre en Cali?
P.C.: Vamos a discutir varios temas, entre ellos la profilaxis preexposición (PrEP), un método de prevención que ha demostrado ser muy útil en muchas partes del mundo, la situación actual de los tratamientos para el VIH, medicamentos de larga duración, como aquellos que permiten hacer un tratamiento con un par de inyecciones cada seis meses. Vamos a hablar también de la enfermedad inflamatoria que genera mayor riesgo de cáncer y de enfermedad cardiovascular.