En la actualidad, muchas personas, en especial pertenecientes al movimiento feminista, han venido advirtiendo sobre conductas y comportamientos que oprimen, discriminan y agreden a las personas que tienen sobre peso o incluso obesidad, lo cual aunque sí puede llegar a acarrear diferentes enfermedades, no debería ser una razón para menospreciar, suponer sobre la vida de dichas persona e incluso asumir sin un dictamen médico su estado de salud.
A este tipo de actos se les denomina gordofobia y al igual que otras formas de discriminación, se encuentra vigente en distintos campos de la vida cotidiana de las personas, en especial el de la estética, donde una persona que sufre de sobrepeso u obesidad, es desvalorizada.
Esto fue mucho más evidente en la época de los 2000, cuando se encontraba en tendencia el uso de las tallas 00, impuesta por las celebridades que se encontraban en la cima de su carrera para dicho momento, por lo cual era común encontrar especialmente mujeres extremadamente delgadas usando prendas que se encontraban de moda como los famosos jeans a la cadera, para lucir dichos cuerpos.
Sin embargo, con los años y la llegada de nuevas celebridades que no se acopaban a dicho modelo de figura, sino que más bien lucían curvas más pronunciadas y esbeltas, la tendencia fue transformándose y dejando dicha imagen de delgadez atrás, trayendo además movimientos como el “Body Positivity” que promovían la no discriminación de las personas que no se ajustaban a la imagen y peso que se suponía debían tener para entrar dentro del concepto de belleza.
De hecho, hoy en día es más común encontrar marcas de ropa e incluso publicidad donde aparecen personas de cuerpo grande, lo cual era menos probable hace más o menos 20 años, pero no significa que la gordofobia haya desaparecido, puesto que dichas personas siguen viéndose discriminadas sobre todo en campos como la moda.
No obstante, en redes sociales varias personas no han temido en criticar un supuesto regreso de dicha tendencia que promovía la delgadez como ideal de belleza, teniendo en cuenta las tendencias que han venido saliendo en los últimos años y lo que estas implican en la lucha que han llevado las personas de talla grande.
Al respecto, la rapera, feminista y activista de talla grande Yela Quim, explicó que “ese es un hegemonizar y generar presión sobre los cuerpos de las mujeres, es importante reconocer que este tipo de propuestas de la moda constituyen violencia, una violencia que afecta la salud psicológica y física de las mujeres, de las niñas, de las adolescentes”
“La mayoría de las mujeres reales no somos talla 00 y no tenemos por qué aspirar a ser validadas o reconocidas desde lo estético a partir de adaptarnos a una corporalidad antinatural como lo es creer que solo talla 00. Creo que es muy importante prestar mucha atención a este tipo de lógicas y realmente acompañar a las niñas, adolescentes y a las mujeres que están siendo víctimas de este tipo de violencias” continúo explicando la rapera.
¿Es gorda una mala palabra?
No. En lingüística nunca se considera que una palabra sea mala ni buena, porque está demostrado que las palabras se envilecen y se ennoblecen a lo largo del tiempo, es decir, palabras que tienen connotaciones negativas en un momento pueden adquirir connotaciones positivas en otro.
Lo que pasa con la palabra gorda es que se ha convertido en un insulto porque la gordura está muy estigmatizada y dentro del canon de belleza en general y particularmente en el femenino hay que ser delgada, esbelta, elegante, etc.