SEMANA: Hace seis años, el Ministerio del Trabajo reportó que 1.039.000 niños trabajaban ilegalmente en Colombia. ¿Cómo es la situación actual?

Ángel Custodio Cabrera: Somos de los pocos países que lideran esta problemática, porque toda nuestra legislación está diseñada para proteger a los menores. Tenemos un Código de Infancia, cuyas normas laborales son concretas y precisas. Desafortunadamente, como en todo el planeta, siempre los menores están sujetos a estar por fuera del panorama, pero Colombia, en 2019, se comprometió a bajar esa tasa de trabajo infantil en el país; estaba para ese año en 5,4 por ciento, y en 2020 bajamos a 4,9 por ciento. No tenemos el dato más reciente con exactitud debido a la pandemia, pero en los próximos días lo entregará el Dane.

La situación actual ha permitido visualizar una cantidad de circunstancias que giran alrededor del tema de la educación. El niño, al estar encerrado, puede correr el riesgo de estar inmerso en el trabajo infantil, pueden ser usados por sus padres para actividades no apropiadas para ellos. En 2021 hemos rescatado unos 16.000 muchachos que estaban en riesgo de trabajo infantil y los hemos trasladado al sistema educativo. Un niño no puede estar trabajando, debe estar estudiando.

SEMANA: ¿Cuáles son las consecuencias de instrumentalizar a los niños para trabajar?

A.C.: La explotación infantil es un delito. Las autoridades saben, y, cuando detectan quién está detrás de eso, esa persona es judicializada y castigada penalmente. Esos niños que se ven en los semáforos y demás son causa de un problema con la población migrante, es con la que no hemos podido avanzar. La Policía detecta un caso, actúa, y defensores y comisarios de familia realizan todos estos operativos; con la Secretaría de Educación se trabaja para que ese niño vaya a realizar actividades totalmente diferentes. Tenemos el esquema, todas las rutas señaladas, por eso, los índices nos favorecen.

SEMANA: Hay sitios en las principales capitales donde se ve al mismo papá con el mismo niño, por ejemplo. ¿Por qué no pasa nada en estos puntos?

A.C.: Se ha visto mucho con la población migrante, inclusive con algunas poblaciones indígenas. Ante esto, el Instituto actuó, la Secretaría de Integración Social también ha venido actuando, y yo sí invito a la ciudadanía a que cada vez que se detecte alguno de estos casos informe automáticamente. El ICBF tiene el teléfono para denunciar. Simplemente, pedimos a la ciudadanía y medios de comunicación que nos ayuden para actuar de inmediato.

SEMANA: ¿Están preparando alguna estrategia adicional para disminuir estas cifras?

A.C.: Sí. Hemos venido trabajando con las autoridades municipales y departamentales, ellos son los instrumentos para combatir este tema porque tienen toda la red. Eso significa que la Policía de Infancia y Adolescencia llegará a puntos específicos, como las minas y lugares que indiquen que están explotando niños laboralmente. En el caso de Bogotá, hemos venido trabajando en las plazas de mercado, sensibilizando que ahí no deben tener menores en esas labores. La tarea más grande que tenemos hoy es la parte cultural, la educación permanente con los padres.

SEMANA: ¿Hay alguna zona del país donde esta problemática sea más frecuente?

A.C.: Sí. Hay un tipo de trabajo que es mucho más riesgoso. Recordemos que el único trabajo que se permite, autorizado con el Ministerio de Trabajo, con menores entre los 15 y los 18 años, es en actividades culturales, artísticas y deportivas. En ese sentido, en 2021 hemos autorizado cerca de 200 niños para que ejerzan ese tipo de actividades. Repito, son talentos en aspectos culturales y recreativos. Por otro lado, las minas es donde más nos preocupamos. Por eso, ese compromiso con los gobernadores y alcaldes, que son los que conocen su región. Para que con ellos trabajemos con las autoridades locales y les digamos que los niños no pueden estar ahí.

Hemos avanzado fuertemente. Sin embargo, todavía tenemos cerca de 400.000 casos en todo el país, en los cuales estamos trabajando. Pero, por lo general, se ve que se da de manera más frecuente en minas, plazas de mercado, carreteras, cuidando y lavando carros, entre otros.

SEMANA: ¿Qué mensaje le deja a la sociedad con respecto a esta fecha?

A.C.: Un niño no puede estar trabajando, debe estar educándose. Cero tolerancia con el trabajo infantil. Nosotros cada día trabajamos más de la mano con las autoridades locales en el tema de educación.