Uno de los factores que este año está generando dificultad en la negociación del salario mínimo es la productividad, un indicador que calcula el Dane y que refleja la eficiencia con la que se utilizan los insumos en la producción de bienes y servicios en la economía. La entidad estadística dijo recientemente que la productividad creció hasta el tercer trimestre de este año 1,73 por ciento, pero expertos como los de Fedesarrollo, la Andi y Anif creen que el avance fue mucho menor (0,9 por ciento).
Más allá del debate, lo cierto es que Colombia se ha caracterizado por ser un país poco productivo. De hecho, se estima que un colombiano en una semana produce lo de un estadounidense en un día. Académicos como Marcela Eslava, de la Universidad de los Andes, atribuyen este fenómeno a la forma como está compuesto el tejido empresarial colombiano, en donde la mayoría son microempresas, muchas de supervivencia, que son muy poco productivas.
El problema, además, es que las microempresas son las mayores empleadoras del país y eso es lo que hace que, en promedio, los colombianos sean poco productivos.
Un estudio de la consultora Sectorial.co indica que, en 10 de los 18 años recientes, la eficiencia con la que se combinan los recursos laborales y de capital en Colombia ha sido negativa; es decir, el país es ineficiente.
Parte de la solución está en promover que las microempresas pasen a ser pequeñas, estas a medianas y las últimas a grandes. Las grandes compañías no solo impulsan el crecimiento económico, sino también la innovación y el desarrollo tecnológico, pagan más impuestos y ayudan a la internacionalización del país.