A inicios de esta semana, el presidente Iván Duque firmó, por primera vez en la historia de Colombia y con el aval de la Corte Suprema, la extradición de un miembro del ELN. Se trata de José Gabriel Álvarez Ortiz, alias Alex, quien es solicitado por la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Texas por los delitos de producción, venta y tráfico de cocaína.
La extradición de este personaje será la primera de 11 solicitadas contra integrantes del ELN, de los cuales Yamit Picón, alias Choncha; Franco Ruiz, alias Motorola; José Gabriel Álvarez Ortiz, alias Alex, y Henry Trigos Celón, alias Henry, ya fueron capturados. Este es un mensaje que lanza el Gobierno a la guerrilla, en el que deja claro que la combatirá sin cuartel, utilizando la fuerza legítima del Estado y herramientas legales como la extradición.
Rivalidades que se heredan
Un adagio popular dice que hijo de tigre sale pintado, y eso parece suceder en la actual política colombiana. Ahora los hijos, o delfines, heredan no solo la ideología y los seguidores, sino las rivalidades. Es el caso de Tomás Uribe, hijo mayor del expresidente Álvaro Uribe, y Nicolás Petro, hijo del senador Gustavo Petro. Ambos han salido a defender a sus progenitores y a lanzarse pullas entre sí. Y aunque Tomás ha reiterado en distintas entrevistas que no será candidato presidencial, por lo menos para 2022, no sería raro que en un futuro no muy lejano los dos jóvenes se enfrenten en unos comicios a la presidencia. Situación que ya ha sucedido en la nación, como en 1974 cuando Alfonso López Michelsen, Álvaro Gómez Hurtado y María Eugenia Rojas, todos delfines, fueron candidatos.
Reconocimiento por las alturas
Para orgullo de los capitalinos y de los colombianos, por primera vez un desarrollo inmobiliario llevado a cabo en el país obtendrá varios galardones internacionales. Se trata del edificio ATRIO, ubicado en el centro de Bogotá, que a mediados de mayo recibirá por parte del Consejo Mundial de Edificios Altos y Urbanización (CTBUH) el reconocimiento como mejor edificio de gran altura en la categoría de 200-299 metros, junto con las construcciones ARO, en Nueva York; Leeza Soho, en Beijing; One Barangaroo, en Sídney; y 181 Fremont, en San Francisco.
Así mismo, le serán entregados el premio a mejor edificio de gran altura de oficinas y mejor estructura de edificio de gran altura. Una vez finalice su construcción, ATRIO será el inmueble más alto de Colombia y estará conformado por dos torres de uso mixto: la norte, con 44 pisos y 200 metros de altura, y la sur, con 59 pisos y 268 metros de altura.