SEMANA: Por los casos de inseguridad y decisiones de algunos jueces, como dejar en libertad a quien asesinó a un policía en Bogotá, hay quienes piden una reforma a la justicia. ¿Es necesaria?

Mario Iguarán: Cuando hablan de reformar la justicia, las discusiones se centran en cómo se eligen a los magistrados de las altas cortes, al procurador, al fiscal o al contralor. La pregunta es ¿en qué afecta eso para solucionar los problemas de acceso a la administración de justicia? Es decir, para que se resuelva un proceso de alimentos, de restitución de un bien o para que se resuelva un proceso por el homicidio de una persona, absolutamente en nada. La administración de justicia lo que requiere son más recursos físicos y humanos. Que se pueda seguir dotando a la Fiscalía de investigadores, que podamos contar con más jueces civiles.

SEMANA: Entonces, ¿quienes hablan de reformar la justicia en este tiempo de elecciones se aprovechan de la situación?

M.I.: Sí, a veces uno ve que todos los que proponen en el Congreso reformas a la justicia solo se centran en la elección de los magistrados o de las cabezas de los órganos de control. Pareciera como que quieren congraciarse, sobre todo con los magistrados. Proponer que el fiscal general sea elegido directamente por la Corte Suprema no tiene sentido...

SEMANA: ¿Se necesitan más recursos porque hay problemas en el sistema?

M.I.: Estoy muy complacido con la manera con la que están manejando la Fiscalía hoy por hoy, y debo reconocer que hay muchas inversiones, tecnología, compromiso e incluso por encima de lo que pudimos hacer otros fiscales anteriormente. Pero es muy importante que se dote a la justicia, más que con normatividad, con recursos físicos y humanos. Es ideal, por ejemplo, tener más jueces civiles, más fiscales, más investigadores para que sigan cumpliendo con su tarea, porque humanamente hacen todo lo posible.

SEMANA: La administración de justicia cumple su papel, pero también es cierto que, cuando hay una inseguridad desbordada, el sistema colapsa…

M.I.: Así es, el ideal sería decir ¿cuántos investigadores tiene un fiscal local? Pero no, la pregunta es ¿cuántos fiscales tiene un investigador? Porque estos tienen que tener hasta tres o cuatro despachos. Lo ideal sería que un fiscal tuviera cinco o seis investigadores.

SEMANA: ¿El hacinamiento en las cárceles juega un papel en contra de la justicia?

M.I.: No debe irse a la cárcel durante el proceso a menos que sea un peligro para la sociedad o para la víctima. Un ejemplo es el caso aberrante del hombre que quemó a su compañera y, entonces, le dan la domiciliaria. El juez, sin percatarse de que lo lleva a la casa donde estaría ella también, si es que sale de la clínica después de las quemaduras. Allí hay una falta de valoración y de consideración por parte del juez.Pero, bueno, primero, la regla general es que las personas no deben ir a la cárcel mientras dura el proceso. Segundo, que existan motivos fundamentados de que no va a cumplir la sentencia. Y, tercero, que existan motivos de una obstrucción a la justicia.

SEMANA: ¿Cómo hacer para que la ciudadanía crea en la justicia?

M.I.: Depende de la misma administración de justicia, que ella actúe conforme a la Constitución y la ley sin importar lo que se diga por parte de quienes consideran lo contrario. Entonces, yo pensaría que, en el caso del delincuente que disparó contra la comisión judicial en Bogotá, hubo un error en el procedimiento; muy bien que se le inicie un disciplinario a los policías que se equivocaron. Entendible la conmoción, pero se equivocaron en el procedimiento y malograron el principio del proceso, porque aún estamos a tiempo de que capturen a estos delincuentes y les apliquen el debido proceso.

SEMANA: ¿La administración de justicia está trabajando con las uñas?

M.I.: Sí, eso hay que reconocerlo. Está trabajando con las uñas; por eso, antes de criticar la justicia, hay que destacar lo que hacen con tan pocos recursos físicos y humanos que tienen.