"La posición del liberalismo frente al gobierno es sin zancadillas" Nuevamente el partido liberal ha puesto de manifiesto que no está comprometido con la reforma tributaria que está a consideración del Congreso y anunció modificaciones al proyecto gubernamental. El vicepresidente de la Cámara, Emilio Lébolo Castellanos, vocero del liberalismo en dicha corporación, analiza para SEMANA la situación.SEMANA: A raíz de los recientes debates sobre las reformas tributaria y al Código de Procedimiento Penal en el Congreso, han salido aflote afirmaciones en el sentido de que el liberalismo le está poniendo "zancadilla" al gobierno en las Cámaras ¿Es eso cierto? EMILIO LEBOLO: La posición liberal frente a los proyectos del gobierno es limpia, sin zancadillas. Una cosa es obstruir y otra estudiar y analizar con espíritu crítico las iniciativas. Hemos aprobado en bloque algunos artículos pero tenemos reparos a otros. No por terquedad, sino porque son necesarias, a nuestro juicio, algunas modificaciones del proyecto de reforma tributaria.S.: ¿Cuáles son esas modificaciones?E.L.: Básicamente en el campo de las tarifas de impuestos. Consideramos que tal como está el proyecto perjudica notablemente a la clase media. Queremos una rebaja de impuestos mayor, más amplia. Estimamos que debe haber un tratamiento más equitativo para el sector agropecuario que aparece casi olvidado en el proyecto de reforma tributaria. Estamos de acuerdo en que hay que revisar las normas de procedimiento para cerrarle el paso a la evasión, pero garantizando el derecho de defensa del contribuyente. En cuanto hace al impuesto a las ventas, recomendaremos una política más flexible especialmente en lo que hace referencia a la fijación de los porcentajes. También introduciremos modificaciones a la forma como el proyecto concibe la doble tributación, pues consideramos que este sistema está acabando con la Sociedad Anónima en el país. La está llevando a su desaparición.S.: En el país existe la sensación de que el liberalismo se fue del todo a la oposición. ¿Está usted de acuerdo ? E.L.: Como arquitecto, creo que las relaciones entre el partido liberal y el gobierno son las que existen entre el constructor de la obra y el interventor. El gobierno es el ejecutor de la obra, el país confió en sus ofrecimientos y programas. El liberalismo no comparte muchos aspectos de esos programas, pero no tiene autonomía para modificarlos porque no es gobierno. Entonces, vigila estrictamente su ejecución sin hacer oposición simplemente por el prurito de hacerla. Pero mientras más rígida sea nuestra "interventoría" será mejor para el país y mejor para el mismo gobierno.S.: De acuerdo a como se están presentando ahora las cosas en el Congreso, ¿convendría prorrogar las sesiones extras? E.L.: Me parece que son necesarios y urgentes los acuerdos que faciliten la votación. Pero si.se logra el entendimiento político, la votación podrá ser más fácil y por lo tanto no será necesario prorrogar las extras.S.: El gobierno está anunciando el primer gran sorteo de casas sin cuota inicial, una de las banderas de esta administración. ¿El liberalismo interpreta ésto como el cumplimiento de una promesa electoral? E.L.: El gobierno comienza a cumplir en este campo. Eso es cierto. Pero me asalta una preocupación: que las casas sin cuota inicial se conviertan en casas sin cuota mensual.S.:¿Por qué el temor? E.L.: Porque el programa se financia con dinero del ahorro nacional y con dinero de los corporaciones. Si los beneficiados con esos programas no pagan las cuotas mensuales, como puede ocurrir, le habrán fallado al gobierno y, posiblemente, a las corporaciones de ahorro y, a su turno, éstas a los ahorradores. La situación es compleja y no es tan fácil como aparece.