Las disidencias de Iván Mordisco, grupo de guerrilleros que no participó de los diálogos en La Habana (Cuba), lograron imponer al Gobierno del presidente Gustavo Petro la condición de un cese al fuego bilateral para iniciar los diálogos de paz.
La instalación de la mesa estuvo en riesgo, pero finalmente el Gobierno cedió y se firmó ese decreto que sencillamente indica que las Fuerzas Militares no podrán combatir a los guerrilleros, que tanto daño han hecho en Colombia.
Como es tradicional en el país, las Fuerzas Militares acatarán las directrices de la Casa de Nariño, pero no hay duda de que el orden público podría complicarse por cuenta de esta medida, que únicamente serviría para un fortalecimiento de la organización criminal.
Las disidencias de las Farc tienen prohibido realizar acciones ofensivas contra la fuerza pública, ocasionar el confinamiento de la población civil o realizar patrullajes armados en vías o zonas urbanas.
Limitaciones
Los integrantes de las Fuerzas Militares no podrán realizar acciones que afecten la seguridad de los integrantes de las disidencias al mando de alias Iván Mordisco y, por el contrario, deberán garantizar su seguridad y permitir su desplazamiento, así como de los integrantes del mecanismo de verificación y de los negociadores de paz. Se desconoce cómo se organizará esa logística.
Directrices
Se sintetizan las órdenes para todas las tropas a nivel nacional y fueron socializadas por el comandante general de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo. Queda claro cómo deben operar durante la vigencia del cese al fuego bilateral. Además, deben cuidar y mantener a salvo de cualquier riesgo a miembros de las mal llamadas Farc-EP, los mismos que por décadas han tenido en la mira a soldados y militares colombianos.
Garantizar alimentación
Las Fuerzas Militares deberán garantizar el flujo y suministro de víveres y medicamentos destinados a las estructuras del Estado Mayor Central de las Farc-EP. Además de frenar las operaciones contra los guerrilleros, las tropas serán los garantes de que no les pase nada y que todo su abastecimiento llegue sin problema a los campamentos.
Cuidar a las FARC
Las Fuerzas Militares, según el documento, deberán garantizar que no les pasará nada a los guerrilleros, incluso evitar confrontaciones con otras organizaciones criminales. Las tropas pasarán de combatir estas estructuras a cuidarlas en diferentes regiones donde reinan las economías ilegales como la minería y el narcotráfico.
Lineamientos de nivel estratégico
En ese capítulo hay un punto que llama la atención y plantea a las Fuerzas Militares la posibilidad de incumplir el mandato constitucional de proteger a los colombianos. En el punto 22 se lee, con claridad, que “la inacción de las Fuerzas Militares puede implicar el incumplimiento de su misión constitucional y de las obligaciones derivadas de su posición de garante, que devienen de los fines esenciales del Estado”.
Planteamiento que no solo es justificado, además señalan en el documento que debe ser comprendido con base en la apuesta por la paz. “Se requiere entender la situación actual del país, fortalecer el carácter, capacitar a los hombres y mujeres bajo su mando, manteniendo siempre una actitud de compromiso, orgullo institucional y moral combativa. Como militares nos preparamos para la guerra y la consecuencia de nuestro actuar es la paz”.
¿Confusión en las tropas?
El documento indica que las operaciones ofensivas deben mantenerse contra la Segunda Marquetalia, Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, la Coordinadora Guerrillera del Pacífico y Comandos de Frontera. No obstante, esto creará una confusión porque no sabrán cómo operar ante estas organizaciones, ya que se camuflan o están en el mismo territorio de las Farc-EP. Aumenta la incertidumbre sobre lo planteado en la ‘paz total’ del presidente Gustavo Petro.