¿Quién es José Gregorio Hernández?

José Gregorio Hernández Cisneros, el “médico de los pobres”, fue doctor, científico, profesor y filántropo. Nació en Isnotú, Venezuela, el 26 de octubre de 1864, y murió en Caracas el 29 de junio de 1919, atropellado por un carro. A él se le atribuye introducir el microscopio y sentar las bases de la bacteriología y otros campos científicos en su país.

¿Por qué lo beatifican?

Este médico se destacó por su generosidad con sus pacientes de bajos recursos, a quienes atendía gratuitamente. Hernández fue un ferviente católico y en dos ocasiones intentó ordenarse como religioso. Luego de su muerte, se comenzaron a reportar varios milagros hechos, supuestamente, por él y, en 1949, la Iglesia católica empezó el proceso de canonización.

Su milagro

Luego de ser declarado venerable en 1986, es decir que ha tenido una vida ejemplar conforme al evangelio, el Vaticano comenzó con la comprobación de un milagro. El que le abrió las puertas a la beatificación fue el caso de Yaxury Solórzano, quien en marzo de 2017, cuando apenas tenía 10 años, recibió un disparo detrás de la oreja derecha, en medio de un atraco.

Tras sufrir una pérdida de masa encefálica y fractura craneal, los médicos advirtieron que, de sobrevivir, quedaría con secuelas permanentes; sin embargo, se recuperó por completo. Su madre declaró haberle encomendado el estado de salud de la menor a José Gregorio. En 2020, la comisión eclesiástica concluyó que el doctor participó en la curación y el papa Francisco aprobó el decreto.

¿Cómo opera?

• En Colombia hay centenares de consultorios o templos en los que médiums ofrecen sus servicios de contactar al médico venezolano para que les realice una intervención desde él más allá.

• Por lo general, cuando alguien acude al médium para solicitar la intervención del beato, este tiene que hacer una preparación que incluye un ayuno.

• En un trance, el médium le pregunta a José Gregorio si el paciente necesita una operación o no.

• Las cirugías pueden ser en el consultorio o templo o en la casa. En caso de ser domiciliaria, el paciente debe hacer un altar de José Gregorio compuesto por un busto, estatua o lámina, acompañado de velas, un vaso de agua, una botella de alcohol y un pedazo de algodón.

• En la noche de la operación, la persona debe dormir solo y hacer unas oraciones. Según cuentan los seguidores del médico, él se aparece en los sueños y sienten que les practica el procedimiento. A la mañana siguiente, el vaso de agua se encuentra a la mitad o vacío, la botella de alcohol con un nivel más bajo y el algodón untado de sangre.