La más reciente campaña publicitaria de Bancolombia, que busca enviar un mensaje de inclusión, suscitó una cascada de críticas porque incorporpora en una de sus piezas a una pareja de homosexuales. Esta publicidad es solo una de las tantas en el mundo que ha indignado a los más conservadores, por el simple hecho de visibilizar la comunidad LGBTI, históricamente estigmatizada y excluida. Es el momento de todos (Bancolombia)En la pieza publicitaria aparecen dos hombres abrazados, sosteniendo un perro y un mensaje que dice “Es momento para las familias nuevas”. Muchos aplauden la iniciativa y les parece todo un acierto la campaña, pero también están los que amenazan con cancelar sus cuentas en el banco, y hasta se han tomado el trabajo de recoger firmas para pedir que quiten la publicidad. Bancolombia anunció que no declinará en su iniciativa. Todos somos uno - (GAP)La marca de ropa lanzó una campaña donde dos hombres se abrazaban bajo la misma camisa. La publicidad provocó que colectivos cristianos exigieran la eliminación inmediata de la imagen si querían que la comunidad religiosa siguiera comprando ropa de la marca. Matrimonio gay (Macy’s)a reconocida tienda norteamericana decidió usar a una pareja de hombres para promocionar su servicio de regalos de bodas, en muestra de apoyo a la legalización del matrimonio gay en Estados Unidos. Las críticas no se hicieron esperar y llegaron cartas de clientes al almacén pidiendo que retiraran la publicidad. Día del Padre y Ellen DeGeneres - (JCPenney)El almacén estadounidense contrató a Ellen DeGeneres, presentadora de televisión abiertamente homosexual, como su portavoz. Ello suscitó decenas de críticas y peticiones para que la cambiaran. JCPenney hizo caso omiso a los comentarios y en respuesta lanzó para el Día del Padre una publicidad abiertamente gay. Doritos arcoíris (Frito Lay)La marca de pasabocas hizo una campaña para apoyar un proyecto que lucha contra el matoneo de jóvenes homosexuales. Por donaciones de 10 dólares o más, la empresa enviaba un paquete de Doritos de colores –que representa la bandera gay– a la persona que contribuyera. Estos se agotaron, pero también generaron indignación en los sectores más conservadores. Mike Huckabee, político republicano, escribió una carta expresando su malestar por la campaña y convocó a líderes cristianos para que se unieran a la protesta.