SEMANA: ¿En qué consiste esta ley?
José Daniel López: Estamos aumentando la duración de la licencia de paternidad. Gracias a la Ley María, los hombres teníamos derecho a ocho días. Ese tiempo va a aumentar a dos semanas y se incrementará gradualmente hasta cinco semanas a medida que el desempleo estructural en Colombia se vaya reduciendo. Segundo, creamos la licencia compartida. Esto significa que mujeres y hombres como pareja podrán redistribuir, de común acuerdo, el tiempo de licencia que le corresponde a cada uno. Tercero, estamos creando una licencia flexible. Esto significa que el empleador y un trabajador pueden pactar periodos de licencia más largos que los establecidos por la ley a cambio de trabajo de medio tiempo durante esos lapsos.
SEMANA: Entonces la ampliación será progresiva...
J.L.: Correcto. Hoy los hombres tienen ocho días. Pero gracias a la ley, pasan a tener dos semanas. Pero no nos quedamos en dos semanas. Sino que cada año, en enero, el Gobierno revisará si el desempleo en Colombia se redujo, por lo menos un punto. Si esa reducción se da, se aumenta a una semana más la licencia de paternidad.
SEMANA: Es que realmente la carga siempre queda en la mamá…
J.L.: Esta ley no es para que los hombres nos vayamos a tomar cerveza o jugar PlayStation durante la licencia de paternidad. La cuestión de fondo es cultural. Más allá de la ley, tenemos que cambiar el chip. La ley de licencia compartida, lo que enseña, es que hoy, en pleno siglo XXI, los hombres somos corresponsables de la crianza de los hijos. Somos socios por partes iguales de nuestras parejas en las labores del hogar. Lo más importante, reducir brechas que hoy llevan a que las mujeres en Colombia acceden en un 7 por ciento menos a empleo.
SEMANA: Es importante que las parejas puedan comenzar a compartir ese tiempo para la crianza de los bebés...
J.L.: Correcto, cuando un empleador va a contratar un trabajador y tiene al frente dos hojas de vida: una mujer de 30 años y un hombre de 30 años, con los mismos estudios, con la misma experiencia, ambos recién casados, ¿sabe qué nos dice la evidencia de a quién prefiere contratar? Al hombre. Simplemente por considerar que la licencia de maternidad de la mujer será más larga que la del hombre.
SEMANA: Esto es importante porque protege a las mujeres y equilibra el balón, ¿cierto?
J.L.: Es la idea. Nivelar la cancha. Que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades laborales. Es en medio de la pandemia cuando esta ley cobró más sentido porque hoy el desempleo de las mujeres es 7 por ciento más alto que el de los hombres, porque hoy la brecha salarial es superior al 20 por ciento. Esto significa que las mujeres, en promedio, ganan 20 por ciento menos que los hombres. El 30 por ciento de las mujeres colombianas están desempleadas.
SEMANA: ¿Cómo surge la idea de este proyecto de ley?
J.L.: Surge en mi equipo de trabajo, como consecuencia de un problema general: la desigualdad de acceso al mercado laboral en Colombia. Esto no es de ahora, pero si se agudizó en la pandemia. Además, conocimos un estudio que mostraba cómo la prolongación de la licencia de maternidad había causado una penalidad en el acceso de las mujeres a oportunidades de trabajo. También el testimonio de muchos hombres que sentían que su licencia de paternidad terminaba en un suspiro.
SEMANA: ¿Los hombres realmente no estamos totalmente involucrados en la crianza de los hijos?
J.L.: Hay un reto enorme que no resuelve esta ley: el reto cultural. Venimos de una cultura machista en donde todavía hay unos estereotipos de género y en muchos hogares se cree que la mujer es la encargada de los hijos, del cuidado y que los hombres son los encargados de proveer económicamente a la familia. Pero eso, en pleno siglo 21, está mandado a recoger. Hoy, las mujeres pueden ser tanto o mucho más exitosas que los hombres con los que hacen pareja. Las mujeres van más a la universidad y los hombres nos involucramos cada vez más en la crianza de los hijos. Por un lado, las mujeres son cada vez más exitosas, cada vez vemos más mujeres en posiciones de toma de decisión. Y los hombres cada vez participamos más, no solo en la crianza de los hijos, sino de las labores del hogar, del cuidado, somos más responsables de esas labores. Luego, hay una cultura que viene cambiando lentamente, aunque seguimos siendo una sociedad machista.