Cuando en 1969 los astronautas del Apolo 11 pisaron por primera vez la Luna, pensaron que el satélite natural estaba completamente seco. Sin embargo, con el paso de los años y el avance de la tecnología las cosas han cambiado. Inicialmente, descubrieron formas de hidrógeno sin saber si se trataba de agua o hidroxilo. Para 2018 se sabía de la existencia de grandes cantidades de hielo en los polos lunares y en cráteres oscuros. Este hecho forma parte de la obsesión de los científicos por encontrar el líquido vital en el universo.
El caso de Marte
Algunos científicos sostienen que, en un pasado lejano, Marte contó con una atmósfera más densa y que por su superficie corrieron grandes ríos y mares, de los cuales hoy solo queda una huella de erosión. Hoy el planeta tiene una presión y temperatura bajas, pero se sabe que el agua permanece en pequeñas cantidades en la atmósfera, en el subsuelo y en grandes casquetes polares. Calculan que hay unos 5 millones de kilómetros cúbicos de hielo en la superficie de Marte. Estas señales de agua han mantenido durante años la discusión sobre la vida en el planeta rojo o sobre una posible habitabilidad del mismo.
Planetas gigantes
Son los más lejanos del Sol, pero se cree que en Neptuno, Urano, Saturno y Júpiter existen algunas masas de agua, principalmente en sus lunas. Se presume que Encélado y Europa, satélites de Saturno y Júpiter, respectivamente, contienen dos mundos oceánicos con elementos como el hidrógeno y el dióxido de carbono.
Asteroides y cometas
También se ha comprobado la existencia de moléculas de agua en estos cuerpos estelares; es el caso de 24 Themis, un asteroide que estaría cubierto por una capa fina de agua helada en forma granulada. Los científicos aseguran que el agua emerge del interior y se sublima para crear la capa en la superficie. También está el caso de la Nube de Oort, una región conformada por cometas cargados con hielo, carbono y nitrógeno.
Exoplanetas
Los investigadores descubrieron en 2015 un lugar fuera del sistema solar conocido como K2-18b, un planeta ocho veces más grande que la Tierra, a unos 110 años luz y del que probablemente se desprende vapor de agua. Los expertos han dicho que no se trata de una ‘Tierra 2.0’, pero aseguran que demuestra la existencia de otros planetas que podrían albergar vida.
¿Cómo se formó el agua de la tierra?
Hace mucho tiempo se creía que el agua se había formado en la Tierra. No obstante, hoy los científicos sostienen que el líquido llegó del espacio en cometas y asteroides que impactaron la superficie terrestre. Los científicos no lo saben con certeza, pero creen que la molécula de agua se formó en las nubes de gases donde nacen las estrellas.
¿Por qué buscar agua fuera del planeta?
Encontrar fuentes de agua en la Luna o cualquier planeta cercano a la Tierra es un avance en el intento por descubrir vida exterior e impulsaría la conquista espacial. Por ejemplo, de contar con este recurso en la Luna, programas como el Artemis de la NASA, que busca regresar a la Luna en 2024, reducirían costos y facilitarían la construcción de bases humanas permanentes.