Hasta hace poco, era inimaginable que un intangible digital pudiera tener un valor real. Pero los tiempos han cambiado. Antes, en las subastas se partía de la idea de que los oferentes compraban bienes tangibles, como una obra con un certificado de autenticidad. Ahora, una persona puede gastarse una fortuna o enriquecerse con un tuit. Así lo hizo Jack Dorsey, el cofundador y CEO de Twitter. Puso en venta su primer tuit, además el primero de la historia, publicado en marzo de 2006.

La subasta online dejó asombrado al mundo: ¿quién sería el loco o visionario capaz de comprar un artículo físicamente inexistente o que muchos pueden tener con tan solo tomar un pantallazo de su celular? Pues, hasta esta semana, Justin Sun, fundador de una plataforma de blockchain, ha sido uno de los que más ha ofertado por el artículo. ¿Qué está comprando?: un simple mensaje que dice “just setting up my twttr” (solo estoy configurando mi twttr).

¿Cómo funciona este mercado?

Todas las transacciones de este tipo funcionan gracias a los non-fungible tokens (NFT), un token criptográfico construido con la tecnología blockchain, que, entre otras funciones, emite una especie de certificado digital de autenticidad que no permite alteración, modificación ni duplicación. Solo se puede traspasar si su dueño acepta hacer una transacción. Además de ser una estrategia para brindar seguridad al comercio digital, los NFT también pueden provocar escasez. Esa es la base del negocio.

En el caso del tuit de Dorsey, el futuro comprador adquirirá este certificado digital que lo acredita como dueño. Es decir, todos podrán ver y tener una copia del tuit, pero solo una persona tendrá el certificado, de allí su alto valor. Algo similar a lo que sucede con las subastas; todos pueden tener una fotografía o copia de un cuadro de Picasso, pero solo una persona tiene el original con un certificado.

Casos de comercialización por NFT

Digitalmente se puede vender lo que sea: una fotografía, una pintura, un tuit, un clip de audio, un video, inclusive un meme. Lo único que debe tener para acceder a este mercado es que la obra sea un contenido digital y que se verifique su autenticidad y propiedad del creador. Algunos casos de venta son los siguientes:

Un collage artístico, totalmente digital, de 5.000 fotografías llamado “Everydays - The First 5,000 Days’ (’Todos los Días: Los 5.000 primeros Días”), creado por el artista Mike Winkelmann fue vendido por 69,3 millones de dólares.

Un collage artístico, totalmente digital, de 5.000 fotografías llamado Everydays: The First 5000 Days (Todos los días: los 5.000 primeros días), creado por el artista Mike Winkelmann, fue vendido por 69,3 millones de dólares.

El famoso meme del Nyan Cat, creado por Chris Torres, su subasta se cerró por un precio de casi 580.000 dólares.

La subasta del meme del Nyan Cat, creado por Chris Torres, se cerró por un precio de casi 580.000 dólares.

El video de 10 segundos que muestra una acción deportiva de la estrella del baloncesto LeBron James fue comprado por 208.000 dólares.

El video de 10 segundos que muestra una acción deportiva de la estrella del baloncesto LeBron James fue comprado por 208.000 dólares.

Una imagen de la actriz Lindsay Lohan se vendió en 5.000 dólares y, pocos días después se revendió por 47.540 dólares.

Una imagen de la actriz Lindsay Lohan se vendió en 5.000 dólares y, pocos días después, se revendió por 47.540 dólares.