Mientras en Citytv pasan el remake de Cuando quiero llorar no lloro, más conocido como Los Victorinos, todos se preguntan qué sucedió con los actores que hicieron que los colombianos no se despegaran del televisor en 1990. La novela narraba la historia de tres jóvenes que nacieron el mismo día, a la misma hora y en la misma ciudad, pero en cunas de estratos sociales distintos. Según la profecía, el día que se encontraran, morirían. Se sabe que Ramiro Meneses, que hizo de Victorino Moya –el pobre–, consolidó su carrera como actor. Actuó como mensajero en Vuelo secreto (1991), En cuerpo ajeno y La Saga, y en películas como Rodrigo D o Kalibre 35, entre otras. Hoy es el director de la nueva versión de la telenovela. Por su parte, Ricardo Gómez, Victorino Perdomo –de clase media– participó en algunos proyectos en la pantalla chica como En cuerpo ajeno (1992), Me amarás bajo la lluvia (2004), Padres e hijos (1993-2009), Oye bonita (2008). A pesar de su amplio recorrido en el mundo artístico, solo lo recuerdan como Victorino. Actualmente tiene un papel menor en el remake (como embaucador virtual) y les dedica bastante tiempo a su hija Salomé y a una empresa de café orgánico llamada Bioagro. David Guerrero, Victorino Umaña –el rico– actuó en Siguiendo el rastro (2002), Séptima puerta (2004), Sin tetas no hay paraíso (2008). También es profesor de arte dramático en la agencia de modelaje John Casablancas y hace de mayordomo en algunas escenas de la nueva versión del programa. Hasta ahora, Gómez y Guerrero no han aparecido en la serie transmitida en City tv. Los Victorinos originales son buenos amigos. ¿Qué sucede cuando se encuentran? “Nada, ninguno muere. La profecía, en nuestro caso, es un fiasco”, dice Meneses.