SEMANA: ¿Por qué apostarle a la democracia digital?LUIS ERNESTO GÓMEZ: La tecnología ha mejorado la vida de las personas en muchos aspectos: menos filas, mejores precios… hasta ha hecho más fácil conseguir novia. Pero, si se fija, la política hasta hoy se resiste a esa transformación.SEMANA: ¿No será que la política no está hecha para eso?L.E.G.: Todo lo contrario. La tecnología puede mejorar drásticamente la democracia, específicamente en la participación. Hoy votamos cada cuatro años para que nos representen en todos los temas, cuando podríamos incidir en los temas que nos afectan día a día en tiempo real y a través de una plataforma digital. El poder es de los ciudadanos, no de los políticos.SEMANA: Desde su colectivo Seamos, ¿cómo va a cambiar eso?L.E.G.: De dos formas. Estamos reuniendo concejales y diputados de distintos partidos que quieran comprometerse a actuar de acuerdo a lo que sus seguidores les pidan mediante votaciones en nuestra plataforma digital. La segunda forma es convertir la indignación que las personas hoy solo expresan en las redes sociales en un cambio social real. En otras palabras, queremos pasar del ‘me gusta’ al ‘hagámoslo’. Esto es una tendencia mundial.SEMANA: Dé algunos ejemplos.L.E.G.: En Alemania, el Partido Pirata lleva años agitando la bandera de la revolución digital. En Francia está el movimiento En marche!, que impulsa la participación mediante las redes sociales, así como la nueva economía colaborativa. En Argentina, el Partido de la Red lanzó listas solo con candidatos web. Organizaciones como change.org o avaaz.org también están revolucionando la promoción de causas y hasta la financiación de campañas. SEMANA: ¿Qué le hace pensar que le va a funcionar?L.E.G.: Si algo ha logrado Colombia es llevar internet a todos los rincones. Y la gente anda conectada para entretenerse, pero también para informarse y expresarse. Lo que ha faltado es pasar de la expresión a la participación política real a través de algo tan cotidiano como Facebook. Ahí entra Seamos.SEMANA: Los acuerdos de paz buscan una mejor participación ciudadana. ¿Los tienen en cuenta?L.E.G.: Claro. Justo ahí vemos una oportunidad para que llegue a Colombia la democracia digital. Si se fija, Timochenko va por la radio comunitaria, y Uribe, con su resistencia civil, recoge firmas con planillas de papel. Estos son mecanismos válidos, pero no recogen el sentir de quienes consideran que hoy hay una crisis de representación.SEMANA: ¿Quiénes están en Seamos?L.E.G.: Somos varios amigos, entre los que están el decano de publicidad de la Tadeo Christian Schrader, el experto en comunicación digital Diego Santos, el empresario de tecnología Gerardo Aristizabal y la activista bogotana Mafe Carrascal. Pero también hay políticos, con los que en unos seis meses haremos los primeros pilotos. Entre ellos están los concejales Horacio José Serpa, de Bogotá, y Ernesto Aguilar, de Barranquilla. La idea es que cuando arranquen los pilotos seamos más y seamos escuchados.SEMANA: ¿En qué va el proyecto?L.E.G.: La idea, como le digo, es hacer las primeras pruebas en seis meses. Por ahora estamos desarrollando las herramientas tecnológicas, y también buscando recursos. La importancia de difundir el proyecto ahora es no dejar pasar esta coyuntura histórica y pedirle al gobierno que nos incluya en las mesas de trabajo que elaborarán las leyes para implementación del acuerdo de participación política pactado en La Habana.SEMANA: ¿Al final todo ese esfuerzo de qué serviría?L.E.G.: Para beneficiar a los jóvenes y ayudar a construir país. En el Brexit los viejos decidieron el destino de los jóvenes. En Seamos queremos darle la vuelta a la moneda y darles a todos el poder de decisión. Una plataforma tecnológica efectiva también podría reducir los costos de hacer política para quienes tengan buenas ideas y quieran servir. Estos altos costos suelen ser el primer motivo de la corrupción.SEMANA: ¿Qué quiere decir con reducir la corrupción?L.E.G.: Si un concejal vende su voto a cambio de mermelada, ¿cómo esperamos que luego ese mismo concejal no compre votos para elegirse? Al cambiar la forma como los políticos representan a sus electores, menos colombianos estarán dispuestos a vender su voto.SEMANA: Usted se volvió famoso en el ministerio de Lucho Garzón por andar siempre en tenis. ¿Va a seguir con ellos?L.E.G.: ¡Claro que sí! Los tenis incomodaron a algunos, pero también ayudaron a romper paradigmas. Eso es lo que más necesitamos ahora. No va a ser fácil cambiar la cultura política de este país, pero vamos a intentarlo y queremos divertirnos haciéndolo.