SEMANA: ¿Nació en Barrancabermeja hace 54 años?
Annette Taddeo: Así es, y me crié en Bucaramanga.
SEMANA: Se crió con vallenatos entonces…
A.T.: Claro que sí y con mucha experiencia del Puente Sogamoso porque nuestra finca quedaba ahí.
SEMANA: ¿Cómo transcurrieron esos primeros años de su vida?
A.T.: Mi sueño de pequeña era ser feliz. Siempre estaba metiéndome en problemas, pero no graves. Vivía en una finca al lado de Puente Sogamoso y me encantaba ir y coger la leche recién ordeñada y me regañaban. Todas esas bobadas de niña fueron momentos muy lindos donde había una vida muy sana. Después, las guerrillas se empezaron a tomar toda esa tierra, incluyendo la finca de mi padre.
SEMANA: ¿Qué pasó con las guerrillas y su padre?
A.T.: Mi padre siendo un norteamericano de Nueva Jersey que estuvo en la Segunda Guerra Mundial, un piloto de combate, fue a Colombia específicamente cuando se compraron helicópteros. Llevaba muchos años haciendo parte de sacar adelante al país, siempre fue el piloto privado de muchos de los presidentes de Colombia y era alguien que siempre estaba en peligro. Estos grupos, como las Farc, tomaron posesión de nuestra finca y fue un tiempo muy difícil. Estuvo secuestrado, pero pudo escaparse. Tuve que salir corriendo para Estados Unidos a vivir.
SEMANA: ¿Por las Farc tuvo que irse para Estados Unidos?
A.T.: Sí, a Alabama, no a Miami como muchos piensan y ahí me di cuenta de que mi inglés era muy limitado. Y sola también, porque a los 17 años no estar con los padres no es normal.
SEMANA: ¿Llegó allá y qué empezó a hacer?
A.T.: Estudiar inglés, graduarme del high school porque no me había graduado del bachillerato y a tratar de entrar en una universidad. Me gradué, trabajé como mesera para ayudar a pagar la universidad.
SEMANA: En su infancia fue víctima de bullying por haber nacido con labio leporino. ¿Cómo luchó contra eso?
A.T.: Mucho bulliyng desde que era chiquita, tuve 19 cirugías a lo largo de mi crecimiento y no fue nada fácil, pero el hecho es que aprendí de esos momentos difíciles. Aprendí a que me dijeran de todo, no me importó. Eso me sirvió para la vida.
SEMANA: ¿En algún momento quiso desfallecer por lo que le decían?
A.T.: No y creo que se lo debo a mi padre porque me defendía y de hecho una vez fueron muy duros conmigo. Estaba llorando muchísimo y me sentía muy mal. Mi papá me vio así y fue a recogerme en un helicóptero para que me dejaran de molestar y esos niños después querían ser mis amigos. Hago un llamado para luchar y no dejarse acabar por personas malas.
SEMANA: ¿Por qué debería ser gobernadora de la Florida?
A.T.: Ya es hora de que nos dejen tener las riendas y que nos den la oportunidad porque tenemos muchísimo que aportar a Estados Unidos como latinos. En vez de usarnos como voto latino, queremos aportar al estado y por esa razón necesitamos un asiento en la mesa. Primero tengo que ganar las primarias, que son en agosto de 2023 y estamos haciendo una campaña con los colombianos especialmente.
SEMANA: ¿Qué otra aspiración política tiene?
A.T.: La verdad nunca estoy pensando qué voy a hacer en el siguiente trabajo hasta que no consiga el trabajo actual y lo haga bien. Me parece importante que la Florida se vuelva mucho más cercana en el intercambio económico con la región y obviamente Colombia, siendo el aliado más importante para los Estados Unidos, tendría un papel destacado en eso.
SEMANA: ¿Cómo sería ese acercamiento entre Colombia y Florida?
A.T.: Si soy gobernadora ya he dicho que haría inmediatamente viajes económicos a Colombia e Israel. Me parece que son países que demuestran la importancia de la democracia en las dos regiones. Fortalecer la economía para crear empleos y también para que a Colombia le vaya bien.
SEMANA: ¿Y le preocupa si Gustavo Petro es presidente de Colombia?
A.T.: Muchísimo, es una preocupación grandísima y usualmente no me meto en las campañas extranjeras, pero me preocupa mucho el bienestar de Colombia. Sé que mucha gente está descontenta porque todos los políticos siguen prometiendo y nadie cumple nada, y no hay opción para salir adelante, para surgir o dejar atrás la pobreza. En muchos casos, cuando hay miseria, los políticos se aprovechan y resulta que cuando ya salen electos y cogen el puesto no lo dejan y las cosas se vuelven peor. Lo hemos visto en Venezuela y por eso Colombia tiene a tanto venezolano viviendo allí, porque lo que les prometieron nunca llegó a surgir. Esa cercanía de Petro con esas políticas del extremo es bien inquietante y me parece que debería intranquilizar a todas las personas. Me preocupa mucho que Gustavo Petro sea presidente de Colombia.