De Buenaventura, Valle del Cauca, salió uno de los médicos más alagados en el exterior en el campo de la cirugía pediátrica y en la subespecialidad de urología para niños. Juan Carlos Dueñas el mismo doctor que acompañaba brigadas de salud gratuitas en las zonas más apartadas del pacifico colombiano, atendiendo a aquellos menores que no tienen acceso a la salud, llora en la soledad que enmarca vivir fuera de su país. Lleva más de siete años continuos sin regresar a vivir en Colombia. Solo ha podido acompañar 2 de los 8 cumpleaños de su hijo.
“Papá, ¿si tú cuidas de otros niños en Brasil, por qué no vienes a cuidar niños en Colombia?, acá somos muchos y estoy yo esperándote siempre”, le dice el pequeño a manera de reclamo de unos años para acá. El doctor Dueñas solo atina a decir que está capacitándose para llegar mucho más preparado para salvar a más pequeños. No sabe cómo explicarle que completó más de año y medio “casi rogando”, al Ministerio de Educación que le convalide su título de cirujano pediátrico para poder llegar con empleo a Colombia. De hecho, hace 1 año se graduó como Urólogo Pediatra en Brasil, pero si no le certifican en Colombia la especialidad, mucho menos la subespecialidad.
Por los altos costos económicos que tiene estudiar en Colombia, carreras afines a la medicina, “pareciera que fuera más un lujo que un derecho, la educación”, explica Dueñas, siempre debió salir de su casa a capacitarse a otros países de Latinoamérica. Se preparó como médico general en México, luego se radicó en Cali, entregando a su gente todos los conocimientos adquiridos, en sus ratos libres, hacía misión humanitaria en las comunidades vulnerables. Se dio cuenta de que tanto que se habla del bienestar de los niños y parecieran los más excluidos. Solo alrededor de 20 médicos pediatras hay en la región para atender 78 municipios localizados en cuatro departamentos Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca. Y solo cinco urólogos pediatras.
Por eso decidió irse de nuevo a estudiar, con la ilusión de traer su talento al servicio del país y la zona que lo vio nacer para atender las comunidades afrocolombianas relegadas durante años. Primero hizo dos años de cirugía general en el Hospital Nossa Senhora Das Graças en Curitiba (como pre-requisito para entrar a cirugía pediátrica). Después tres años de Cirugía pediátrica en el Hospital Santo Antônio - Obras Sociais Irmã Dulce, en Salvador-Bahia, esto para un total de cinco años y obtener el título como cirujano pediátrico.
Ahí arrancó la aventura que representó la urología pediátrica en el Hospital infantil Darcy Vargas en la ciudad de São Paulo, referentes internacionales de esa subespecialidad son sus docentes no solo en ese centro de Salud sino en los hospitales Infantil y Albert Einstein. Para pagar los estudios, gastó los ahorros de toda su vida, vendió un apartamento y aun así no le alcanzaban los recursos, pues aparte de los gastos académicos, tenía que pagar la manutención y enviar el dinero para la crianza de su hijo. Después de tantos esfuerzos no entiende porqué su propio país le cierra la puerta como a cientos de profesionales de la salud que siguen esperando desde hace años la convalidación.
En su caso, el primer argumento que le dieron fue que supuestamente viajó a educarse sin visa de estudio, desconociendo el Tratado de Mercosur, luego de varios meses y en repetidas ocasiones le dicen que la institución en la que se preparó no es reconocida por el gobierno de Brasil. Mediante tutelas y ayuda de abogados Dueñas ha tratado de explicar que el Ministerio de Colombia está buscando en la base de datos equivocada, pero desde Colombia hacen caso omiso a esa información.
No se entiende cómo funciona el sistema, mientras él lucha por la convalidación de su título, eminencias en urología pediátrica lo traen a Colombia en brigadas de salud en las que hacen cirugías complejas a niños colombianos que no pueden ser atendidos por médicos de este país. Cubriendo los médicos todos los gastos, como labor social. El doctor Dueñas, de 37 años, es el más joven del equipo, y hace poco en el Congreso Colombiano de cirugía pediátrica ganó el primer puesto al trabajo del año, por su aporte en el tratamiento clínico – quirúrgico a largo plazo contra la extrofia vesical, que afecta a los niños que nacen con una vejiga abierta y expuesta. Pero nada de eso sirve si no puede venir a trabajar oficialmente al país por tantas trabas burocráticas.