SEMANA: ¿Cuáles podrían ser los pilares de su plan de trabajo en el Museo Nacional?

Juliana Restrepo: Llevo pocos días de haber asumido mis labores y hasta ahora estoy empezando a conocer la mecánica del museo. Estoy conociendo al equipo, una gente maravillosa que sabe mucho. Un primer pilar o campo de trabajo será continuar con la renovación de las salas, emprendida desde las administraciones anteriores, y lograr que la gente conozca esa nueva cara del museo. Así mismo, trabajaremos en el proyecto de ampliación y en el plan para atraer de nuevo a la gente a los museos.

SEMANA: Aparte de su trabajo en la sede del museo en Bogotá, ¿tiene algún plan para fortalecer los museos del Ministerio de Cultura en las distintas regiones del país?

J.R.: Este es uno de los retos más grandes. Mi trabajo no solo es liderar el Museo Nacional, sino también los planes de los 14 museos del ministerio repartidos en diferentes lugares del país. El ideal es apoyar esos espacios, que han sido muy golpeados por la pandemia, y aquí el trabajo conjunto con el Ministerio de Cultura y otros entes territoriales es fundamental.

SEMANA: ¿Cómo va a encajar el museo en el plan de la economía naranja del Gobierno nacional?

J.R.: Si bien el Museo Nacional no forma parte enteramente de la esfera de la economía naranja, sí es un buen ejemplo de cómo un museo puede crear estrategias basadas en la creatividad y la cultura para generar ingresos y ser sostenible. En ese sentido, mi trabajo estará enfocado en que logremos una mayor autosostenibilidad. Como dije, aquí hay un equipo con mucho conocimiento que ha trabajado en ese sentido.

SEMANA: ¿Cómo atraer a ese público que aún está dudoso de salir e ir a sitios públicos culturales? ¿Cómo adaptarse a esa nueva realidad?

J.R.: Todos sabemos que hay mucha incertidumbre de cómo va a funcionar todo después del virus. En todo caso, los museos han pensado en sus planes para ser visitados y para volver a ser espacios de encuentro. Tenemos que seguir construyendo programas culturales y educativos que sean atractivos, y aprovechar todas las herramientas técnicas para fortalecer la virtualidad. Pero al tiempo, tenemos que trabajar para que las personas se sientan seguras en nuestros espacios, porque, como dije, el museo, en esencia, es un lugar de encuentro y socialización.

SEMANA: Al llegar a su nuevo puesto en el museo, ¿qué fue lo que más le sorprendió?

J.R.: Varias cosas. La relación que uno tiene con el museo cuando es visitante es muy distinta a cuando uno empieza a trabajar allí. En los pocos días que llevo he recorrido a mayor profundidad salas renovadas, y me sorprendió mucho el trabajo que se venía haciendo. Por otra parte, uno sabe que el Museo Nacional alberga una inmensa colección que narra nuestra historia, pero uno solo alcanza a dimensionar ese tamaño cuando empieza a trabajar acá.