Agosto no es un buen mes para la familia Lizcano. El día 5 de este mes del año 2000 las Farc secuestraron a Oscar Tulio Lizcano González, quien para la época ocupaba una curul en la Cámara de Representantes por el Partido Conservador. Hace tres años que su familia navega en la incertidumbre aunque en este tiempo no han dado un paso atrás. Su esposa, Martha Arango, realiza permanentes actos para exigir su liberación. Su hijo Mauricio, 26 años, se graduó de abogado en la Universidad del Rosario y ahora divide su tiempo entre su trabajo y un posgrado en el Externado; mientras que el menor de la familia, Juan Carlos, 22 años, recibió su título de bachiller y ahora estudia derecho en la Universidad Bolivariana de Medellín. Son satisfacciones incompletas pues nada saben de la suerte de este hombre de 57 años, apasionado de la política, experto en economía y devorador de libros. La semana pasada en Manizales la ciudad se volcó para exigir noticias de él. Hace un año que no hay siquiera una prueba de vida. La familia espera pronto cualquier razón. Ojalá en este mes. Para subir el ánimo y para empezar a creer que en agosto también soplan las buenas noticias.