Los conquistadores los llamaron frailejones porque se veían como grandes monjes: encorvados, delgados y cubiertos con mantas peludas en medio de la niebla. Estas plantas están en peligro de extinción. Según el Instituto Alexander von Humboldt, en los páramos colombianos solo quedan 38 frailejones gigantes. El investigador Javier Barriga le dijo a SEMANA que “seguramente son los últimos del mundo”. Barriga y su equipo se toparon en Paipa, Boyacá, con la amarga noticia. “Muchas especies desaparecen y aparecen diariamente, es el ciclo de la naturaleza”, dijo Barriga. En Colombia hay 68 especies de frailejones, casi todas son exclusivas del país y más de la mitad está en peligro. Más allá de los ciclos naturales, la crianza de ganado y la siembra de papa acaba con estos ‘frailes’ de los páramos.