“Imploramos nos permitan un espacio en la Mesa de negociación de La Habana” dice la carta que los exjefes paramilitares Salvatore Mancuso, preso en Estados Unidos, y Edwar Cobos Téllez, alias Diego Vecino, detenido en La Picota, le escribieron al presidente Juan Manuel Santos. En el escrito señalan que sus experiencias en la desmovilización de las AUC son definitivas para aportar en el diálogo entre el gobierno y las Farc. Además, se declaran “víctimas y victimarios” y afirman que fueron reclutados e hicieron parte de una política de Estado para enfrentar a la guerrilla. “Qué equivocados estábamos. En el fragor de la guerra ejecutamos muchísimas e injustificables acciones bélicas por orden no solo de nuestros máximos comandantes, sino también, por orden o petición de personas pertenecientes a los diferentes estamentos del Estado colombiano y de sus instituciones”. En la carta le piden al jefe de Estado ser escogidos entre las ‘víctimas’ que se sentarán en la mesa en calidad de exactores del conflicto armado. Al cierre de esta edición, el presidente no se había pronunciado y por ahora ronda la pregunta: ¿Habrá paras en La Habana?