SEMANA: Nuestro país exporta café, fruta y varios productos y servicios, pero ¿Colombia está exportando dientes?

ANDREA NARANJO: Sí, a una universidad de Perú. Es decir, que no solo exportamos café, Colombia también empezó a exportar dientes.

SEMANA: ¿Cuántos dientes fueron exportados?

A.N.: Nuestro producto es un tipodonto, como lo llamamos acá en odontología, pero en otros países es un modelo. Cada modelito que nos compran viene con 28 dientes, pero si, por ejemplo, las universidades o los estudiantes quieren más dientes, se les pueden vender de manera individual, entonces ese primer envío que se hizo fue de 200 tipodontos. En otras palabras, 200 modelos que equivalen a más de 5.000 dientes.

SEMANA: ¿Cómo llegan a esta exportación?, ¿cómo se contactan con Perú?

A.N.: Fue un acuerdo que se dio directamente entre instituciones universitarias. Nos dimos cuenta de que el problema que tenemos en la región es la necesidad de dientes para que los estudiantes practiquen. Esto llevó, entonces, a la conversación entre universidades y se llegó al acuerdo y posterior negociación.

SEMANA: ¿Podríamos decir que los peruanos quedaron boquiabiertos con el trabajo de ustedes?

A.N.: (Risas) Sí, es un producto que gusta. Es un proyecto que apenas está empezando, realmente siento que ha tenido una buena acogida, porque yo no sé si ustedes saben cómo funciona la odontología. Es un mundo un poquito cerrado para los que hacemos las prácticas y la gente no sabe bien todo lo que deben hacer los estudiantes para aprender. Normalmente las prácticas se hacen en dientes naturales y eso tiene un componente ético que no es el deber ser. Con estos dientes en modelos 3D se puede practicar las veces que sea y hace que la calidad en la formación del futuro odontólogo sea mejor.

SEMANA: ¿Ustedes diseñan y recrean las dificultades bucales que presenta cada paciente?

A.N.: Tenemos dos modalidades, una que tiene el modelo estándar, que viene con las 28 piezas dentales intactas, sanas, pero también tenemos la posibilidad de personalizar el diente a la necesidad de la universidad. Por ejemplo, un diente que tenga caries o que comprometa el nervio para que el estudiante pueda hacer la práctica de la endodoncia, remover la caries y luego hacer la restauración.

SEMANA: ¿Esto está orientado entonces a que los estudiantes puedan aprender con simuladores?

A.N.: Sí, la idea es que realmente se use la simulación y por eso empezamos con el tema de modificar, pues no es lo mismo para uno atender a un paciente sano, que uno con caries o con otras dificultades. Con la simulación, el estudiante puede ver una realidad clínica en el modelo, no es lo mismo entregarle yo un diente sano y decirle “imagínate que tiene una caries” a entregarle el modelo con la caries y que él la perciba; y si encima le sumamos que es un paciente que tiene problemas para sentarse, entonces ya viene un trasfondo de “bueno, simulemos cómo va a tender al paciente si él no se va a acostar del todo, si tiene un problema salival, sí saliva demasiado”. En efecto, es un mundo de simulación muy grande a partir de algo muy pequeño, como lo es un diente.

SEMANA: ¿Quieren expandirse a otros países?

A.N.: Hemos estado explorando mercados, estamos muy interesados en crecer en Perú y queremos entrar en Inglaterra, Estados Unidos y Ecuador.

SEMANA: Estos países podrían desarrollar los modelos, ¿por qué ha llamado la atención la producción colombiana?

A.N.: No es tanto el tema de producción, es un tema de entender cómo está hoy el mundo en estudios universitarios y ver que es un proyecto que ya lleva cuatro años con un avance grande. Además, identificamos las falencias que hay en la odontología de todo el mundo y la dificultad de estudiar la carrera sin afectar directamente a un paciente. Son pocas las posibilidades de que un estudiante tenga una habilidad clínica marcada y definida antes de atender un paciente.

SEMANA: Y muchos extranjeros llegan a Colombia para buscar tratamientos odontológicos...

A.N.: Realmente el objetivo de nosotros es formar estudiantes y profesionales que hagan un tratamiento perfecto a los pacientes; entonces, si partimos de que el estudiante sepa hacer un buen diagnóstico, una habilidad clínica y un buen manejo con los pacientes, creo que eso va a potenciar a Colombia como un destino odontológico.