Los activistas de la ONG internacional Sinergia Animal intervinieron la sede de uno de los supermercados más representativos de Latinoamérica. La exigencia que hacen, desde una de las sedes de la capital colombiana, señala que es necesario un compromiso completo que mejore las vidas de miles de gallinas que están alimentado las familias de este país.
A las afueras del supermercado de grandes superficies colocaron una cinta de peligro amarilla, letras negras y rojas advirtiendo que el grupo empresarial “vende huevos de gallinas enjauladas: un sistema de producción controversial, considerado uno de los más crueles para los animales”, dice la ONG en un comunicado.
Katherin Torres, coordinadora de Campañas de Sinergia Animal dejó claro en un comunicado que desde febrero de 2020, lanzaron una petición para que la entidad se comprometiera a dejar de vender huevos provenientes de jaulas en toda su operación en Colombia.” Más de 37.000 personas han apoyado este pedido, sin embargo, la empresa respondió con una política incompleta que no incluye al 100 % de las marcas de terceros”, explicó.
Sin embargo, en otros países como en Brasil y Chile la misma multinacional ha anunciado compromisos completos garantizando que venderán exclusivamente huevos libres de jaulas. En Colombia, la política ampara a las marcas propias y solo a un porcentaje de las marcas de terceros.
Para Torres es desconcertante que la compañía aplique en Colombia menores estándares de protección y bienestar animal. “Las condiciones de vida de las gallinas son igualmente problemáticas y urgentes en nuestra región, exponiendo también la salud de los consumidores”, asegura Torres.
En el comunicado explican que las jaulas en batería representan el 59 % de la producción de huevo en Colombia. Bajo este sistema, las gallinas viven enjauladas en grupos con un espacio disponible para cada ave del tamaño de una hoja carta. La severa restricción del movimiento les impide realizar gran parte de sus comportamientos naturales, como abrir sus alas por completo o caminar libremente. En estas condiciones, las aves pueden experimentar altos niveles de estrés, frustración y desarrollar lesiones y enfermedades dolorosas.
Los cuestionamientos de los científicos en bienestar animal, aunados a una prevalencia mayor de contaminación por Salmonella en las granjas que usan jaulas en batería (al ser comparadas con sistemas libres de jaulas), han llevado a los gobiernos de más de 30 países a regular y/o prohibir las jaulas.
Por esa razón la ONG pide a las empresas que venden huevos de gallinas enjauladas que: “siga el ejemplo de las más de 4.000 empresas a nivel mundial que han anunciado compromisos completos y sin ambigüedades”.
Es de resaltar que esta campaña se ha presentado en años anteriores, en su momento SEMANA habló con Fenavi, el gremio avícola. Desde ahí señalaron que el término “condiciones más dignas” es subjetivo desde la perspectiva humana, llevando consigo una amplia variedad de posibilidades, que no necesariamente satisfacen las necesidades de los animales. En pocas palabras, lo que consideran que podría hacernos felices no necesariamente hace feliz a las gallinas, y aclaró la entidad que el término gallina feliz no es más que una denominación comercial.
Lo que dejan claro los expertos en aves es que una gallina estresada no pondría huevos y que el valor nutricional de cualquier huevo, sin importar si es de una gallina de jaula o una de espacio abierto es el mismo, no varía.
Tener gallinas en espacios abiertos incrementaría el costo de los huevos, algo riesgoso para la economía de los hogares, sobre todo de los estratos bajos que consumen huevo como única fuente de proteína.
El gremio señala que la perfección no existe en los sistemas de alojamiento para aves ponedoras. La migración a sistemas libres de jaula no supone necesariamente el alcance de las condiciones deseadas de bienestar animal. En algunos países las aves que migran pueden traer virus e infectar a las gallinas que están al aire libre, como lo que sucedió en Europa durante el brote de influenza aviar de 2016.
Colombia es el segundo país, después de México, que más consume huevo. 2 huevos al día equivalen al 24 % de la proteína que necesita el ser humano diariamente. Después de la leche materna es la proteína más importante.